Rafael Sánchez de Puerta · Mar 01, 2016 - 17:13
El aceite de oliva es el único producto alimentario sometido a un panel de catadores que establecen su calidad. Esto genera muchísimos problemas, pues es muy frecuente que, para un mismo aceite, dos paneles diferentes den resultados distintos, iniciándose en este caso un procedimiento sancionador contra el envasador por entender que ha cometido fraude. Para mejorar la seguridad jurídica de los envasadores, hemos hecho una propuesta de control voluntario reforzado para que aquellos aceites de oliva que tengan una analítica más exigente que la contemplada en la norma y que, además, hayan sido previamente catados por paneles oficiales no se vean sometidos a nuevas pruebas de cata a lo largo de un año desde su análisis. El Ministerio de Agricultura está trabajando esta propuesta con las comunidades autónomas, con la que se mejorará la calidad de los aceites en el mercado.