Rafael Sánchez de Puerta · Mar 01, 2016 - 17:23
El aceite junto con la leche son los productos tradicionalmente utilizados como reclamo por la distribución. Esto hace, por una parte, que el margen comercial sea muy reducido y, por otra, provoca que el precio llegue más ajustado al consumidor, incentivando con ello la compra. Esta práctica está obligando a las empresas envasadoras a ser muy competitivas. Más del 60% de las ventas se realizan bajo marcas de distribuidor, quedando un espacio muy reducido para las marcas de fabricante que, además, tienen que competir en precio con aquéllas. El problema tiene difícil solución, por lo que las empresas se refugian cada vez más en la exportación para obtener beneficios.