El día 6 de octubre tuvo lugar la mesa de Debate Retos y Soluciones para la Gestión del Combustible ante el Cambio Global organizada conjuntamente entre el INIA-iuFOR, Montes-UPM y la SEP en el contexto del proyecto GEPRIF. Contó con la asistencia de 40 personas que, tras escuchar las comunicaciones de los ponentes, realizaron enriquecedoras preguntas y reflexiones sobre las posibilidades de la gestión de la vegetación para prevenir incendios. Los perfiles de los asistentes fueron diversos y de diferentes partes de la geografía española. Se contó con representantes de la investigación, gestión, empresas públicas (VAERSA, TRAGSA) y privadas (ASEMFO) que aportaron su visión sobre esta cuestión. Hubo bastante consenso en las dificultades existentes actualmente en una gestión a escala paisaje si no hay un profundo cambio en la movilización de recursos forestales y el rejuvenecimiento del mundo rural. Como esto parece utópico, al menos a corto plazo, el escenario actual condiciona una gestión de los combustibles basada casi exclusivamente en recursos públicos y en área concretas. Ello obliga a los servicios forestales a concentrar sus actuaciones en áreas estratégicas como las áreas de defensa (las mal llamadas "cortafuegos") y otras áreas de apoyo a los servicios de extinción. Se resaltó la importancia y la viablidad de añadir alternativas más baratas y eficaces al clásico tratamiento mecánico, mediante la introducción progresiva de las quemas prescritas y el pastoreo controlado para, al menos, ayudar a mantener estas infraestructuras. Los asistentes del levante español mostraron su preocupación de las grandes masas de pinar en regeneración que están sometidas a una fuerte presión de incendios en edades en las que aún no tienen capacidad reproductiva, lo que implicaría su desaparición. Es prioirtario por tanto invertir en clareos tempranos para reducir el combustible en estas zonas y fomentar la fructificación precoz que les de una opotunidad a regenerarse en caso de incendio. También se expresaron dudas en relación con la aplicación de quemas prescritas bajo arbolado en grandes superficies y los gestores comentaron que por ahora sólo se contemplan experiencias en parcelas pequeñas en la mayoría de la comunidades autónomas, pero sería un proceso deseable para ser implantado poco a poco en los servicios forestales e ir aumentando las superficies de aplicación para ser más eficaces. En relación al pastoreo controlado hubo consenso en que es la técnica más fácil de aceptar por políticos y sociedad pero que, desde el punto de vista operativo, es eficaz siempre que se pague el servicio al ganadero, esto es, es una técnica mucho más barata que el desbroce pero que sigue necesitando inversión pública. Aunque hay iniciativas interesantes de escuelas de pastores y de inclusión de mujeres pastoras en los últimos años, la dificultades de encontrar pastores  y grandes rebaños en muchos de nuestros montes sigue siendo un problema para implementar esta técncias en todas las áreas forestales. Por otro lado uno de los asistentes resaltó que la percepción de la relación ganadería e incendios en la cornisa cantábrica es radicalmente distinta ya que la mayoría de la causalidad está asociada al uso ganadero, con lo que hay que matizar las soluciones necesarias en cada área geográfica. El representante del MAPAMA resaltó que, precisamente, el objetivo principal de los equipos EPRIF es conciliar intereses mediante el contacto directo para concienciar  y colaborar con los ganaderos en el correcto uso del fuego. Por último se mostró la preocupación de ponentes y asistentes en relación a los grandes incendios que estamos viviendo en el escenario actual. La sociedad debe entender que una inversión en prevención de incendios no va a suponer necesariamente la disminución de las superficies afectadas en el contexto de cambio global. Así, las experiencias en Castilla La Mancha y Madrid mostradas por los ponentes, nos informan sobre la eficacia de las actuaciones preventivas en fuegos de media-baja intensidad y en áreas de interfaz urbano-forestal pero en menor medida en los incendios de alta intensidad. Con todo, la capitalización de la experiencia en estas áreas mostraría que, en general, las actuaciones preventivas logran disminuir la severidad en grandes incendios, esto es, los daños a los ecosistemas afectados. Es necesario entonces continuar la colaboración gestión-investigación para explorar las técnicas o combinación de técnicas más viables para mantener las áreas de defensa en tanto que pueda existir ese fuerte cambio social, demandado por todo el sector forestal y gran parte del sector ambientalista, para revitalizar nuestras áreas rurales que sea capaz de recuperar el paisaje en mosaico (agrícola-ganadro-forestal) que se ha mostrado como el más resiliente a los grandes incendios.

Se pueden consultar algunos titulares y comentarios de la jornada de debate en Twitter con el HT oficial #DebateIIF. Proximamente estarán disponibles los vídeos de las ponencias y el debate con los asistentes en el canal YouTube de la UPM