Diego Bayona · Jan 07, 2020 at 03:11
Pueden hacerse las siguientes consideraciones:

• En primer lugar, una aclaración importante: no existe en España, ni mucho menos en Aragón, ningún programa de reintroducción de lobo. La llegada de ejemplares de esta especie a Aragón y a otras zonas de España donde la especie no era habitual, se produce como consecuencia de un fenómeno de dispersión natural de la especie que está sobradamente acreditado en toda Europa.
Por su parte, sí se puede hablar de reintroducción del oso pardo en el territorio pirenaico, no desde Aragón, pero sí desde otros territorios, donde, en realidad, la especie nunca ha llegado a desaparecer completamente (al menos en los valles más occidentales de la cadena montañosa). El programa de reintroducción del oso pardo se inició hace más de 20 años por parte del estado francés, con tres eventos de reintroducción de ejemplares: 1996-97 con 3 ejemplares; 2006 con 5 ejemplares; y 2018 con 2 ejemplares. En 2016 se libera por parte de Cataluña un ejemplar más. En la actualidad, y fruto de estas actuaciones, se contabilizan en la cadena pirenaica algo más de 40 ejemplares de oso pardo.

• Respecto a la pregunta en sí, debe señalarse que, según indican las disposiciones normativas vigentes, tanto a nivel nacional como europeo, para todas las especies protegidas, y especialmente para aquellas que se consideran además amenazadas -como es el caso del oso pardo-, las administraciones deben asegurar que se adoptan las medidas adecuadas para alcanzar un estado de conservación favorable de sus poblaciones, con independencia de que las especies sean de utilidad directa o no para un sector concreto de la sociedad. No obstante, la propia normativa señala que las medidas que se adopten para alcanzar el estado de conservación favorable para las distintas especies, deberán tener en cuenta las exigencias económicas, sociales y culturales, así como las particularidades regionales y locales (artículo 2 de la Directiva 92/43/CEE del Consejo de 21 de mayo de 1992 relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres).

• La presencia de grandes carnívoros genera daños directos en la ganadería extensiva, especialmente en el sector ovino, es por ello que debe ponerse especial atención en implementar medidas para compensar esta situación. Desde el Gobierno de Aragón ya se ha puesto en marcha la Orden DRS/1247/2018, de 5 de julio, por la que se establecen las bases reguladoras para la concesión, en régimen de mínimis, de subvenciones para la adaptación de la ganadería extensiva a los retos ambientales y a los desafíos socioterritoriales que, con sus convocatorias anuales, tiene por objeto la concesión de subvenciones a los titulares de explotaciones ganaderas extensivas de ganado menor (ovino y caprino) en las zonas de presencia de grandes carnívoros (oso y lobo) en Aragón, dirigidas a paliar sobrecostes derivados de las situaciones de riesgo provocadas por la presencia de estas especies y a la adopción de medidas de autoprotección como incentivos a la sostenibilidad de las explotaciones ganaderas en régimen extensivo.
Además, la propia Unión Europea reconoce la necesidad de fomentar la coexistencia entre la presencia de las especies de grandes carnívoros y el desarrollo de las poblaciones locales a través de la puesta en marcha de la Plataforma de la UE sobre la coexistencia entre las personas y los grandes carnívoros, iniciativa que recoge los mecanismos de que disponen los instrumentos financieros de la propia UE para facilitar dicha coexistencia, lo que podría servir para beneficiar a este tipo de actividad en el medio rural. (https://ec.europa.eu/environment/nature/conservation/species/carnivores/coexistence_platform.htm; https://ec.europa.eu/environment/nature/conservation/species/carnivores/case_studies.htm).

• En cuanto a la aportación de la presencia de los grandes carnívoros a las poblaciones locales, existe un estudio muy reciente (diciembre 2019) realizado por la Universidad de Oviedo, con la participación de la Fundación Oso Pardo, titulado "La conservación del oso pardo como recurso económico: valor social y estimación de su impacto en el tejido productivo del medio natural", que realiza precisamente una valoración en términos económicos de lo que la presencia del oso ha supuesto y supone para las poblaciones de la cordillera cantábrica en términos de activación y beneficio para distintos sectores de la población local.

• Del mismo modo, existen numerosos estudios que demuestran la incidencia de las poblaciones de grandes carnívoros sobre las poblaciones de ungulados silvestres, y con ello sobre el control de los problemas que pueden surgir en relación con las explotaciones agrícolas y ganaderas locales en escenarios de altas densidades de ungulados silvestres, especialmente corzos, jabalíes y ciervos. Algunos de estos problemas son la prevalencia de enfermedades transmisibles, la competencia por el acceso al alimento o los daños sobre cultivos, entre otros.

Diego Bayona Moreno - Dirección General de Medio Natural y Gestión Forestal. Gobierno de Aragón.
dbayona@aragon.es