Como ocurre en otras actividades, la legislación va por detrás de la dinamicidad de los sectores económicos. En el caso de los vuelos no tripulados y su uso en agricultura estamos abordando la aplicación de una tecnología a un propósito concreto con poca historia. Hasta el momento lo que se está tratando es velar por la seguridad en el vuelo (cercanía de la nave al operador, formación de los operadores etc. Pero seguro que la incipiente legislación evolucionará a demanda del sector.
Sin duda el uso de drones y la aplicación de la robótica está revolucionando ya la agricultura y la agroindustria. En el primer caso, ya se hace uso de esta técnica para la detección de fugas de riego con cámaras térmicas o cierre estomático que facilita la identificación de estrés hídrico y en el segundo caso, el de la robótica, contribuirá de forma clara a la mejora de procesos industriales y maquinaria agrícola. La tecnología está disponible, ahora el reto es el de la adopción por parte del sector productor