AGRICULTURA FAMILIAR COMO MEDIDA CONTRA EL DESPOBLAMIENTO RURAL

El modelo familiar de producción de alimentos —la agricultura y la ganadería familiar— es la mejor ‘receta’ para luchar contra el despoblamiento en el mundo rural. Y para ello hace falta un nuevo compromiso social y poner en marcha de políticas transversales de lucha contra este problema que está vaciando los pueblos de España.

Fecha: 24-Jun-2019

Es una de las principales conclusiones que se deducen del Anuario 2019 de la Agricultura Familiar, que edita la Fundación de Estudios Rurales, vinculada a la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), que fue presentado ayer jueves con la vocación de convertirse en una obra de análisis, reflexión y debate sobre la realidad de los pueblos.

El anuario reconoce que en los últimos meses la opinión pública en España ha tomado conciencia sobre el problema que supone el despoblamiento de las zonas rurales. Sin ser éste un fenómeno nuevo, sí es novedoso el hecho de que la pérdida de población de los pequeños municipios haya saltado al primer nivel de la agenda mediática, dando un salto cualitativo también a nivel político.

Agricultura familiar contra el despoblamiento

Sobre esta crisis del despoblamiento en España, UPA siempre ha defendido que los pequeños agricultores y ganaderos de carácter familiar son un modelo de futuro: “Porque somos sostenibles, porque llenamos de vida los pueblos y porque podemos ser rentables, si nos dejan”, aseguran desde la organización agrícola y ganadera, añadiendo que “el despoblamiento no es un problema exclusivo de los agricultores. Los agricultores y ganaderos somos gran parte de la solución al despoblamiento”.

Por eso, desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos han apostado por la puesta en marcha de políticas transversales de lucha contra “esta lacra que está vaciando los pueblos de España”.

En este sentido, remarcan que es necesario alcanzar un nuevo ‘compromiso social’ con el mundo rural, en el que la política y las organizaciones representativas jueguen el papel que les corresponde: “Entre todos debemos lograr que políticas como la PAC sirvan para luchar contra la desigualdad, favorecer el relevo generacional y conseguir una rentabilidad justa para los productores. Vivir en un pueblo produciendo alimentos no puede ser una utopía. Debe ser una opción de vida protegida y apoyada con políticas y presupuesto, por su fragilidad y porque es imprescindible si queremos promover una sociedad justa y sostenible”.

Análisis, reflexión y propuestas

En sus casi trescientas páginas, el Anuario —que UPA publica cada año desde 1994— no sólo aporta innumerables datos para el análisis, sino que cuenta también con la opinión de algunas de las firmas más respetadas del mundo rural a nivel nacional, europeo y mundial.

“El Anuario contribuye a divulgar ideas y alternativas. No es sólo una herramienta de diagnóstico, es un manual de acción rural”, destacan desde la organización.