CHIL.org

Irene Campos

27/10/14

Alternativas sostenibles para mantener a raya los plaguicidas en frutas y verduras

Un informe reciente de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) reflejaba que el 44% de las muestras recogidas de frutas y verduras europeas contiene restos de productos fitosanitarios. Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) también hacia público hace unos meses un estudio sobre la presencia de residuos de plaguicidas en alimentos, donde informaba de la existencia de varios tipos de pesticidas diferentes en cada fruta y verdura que habían analizado. En concreto, aseguraban que un 64% de las muestras examinadas tenía dos o más pesticidas diferentes. El uso de plaguicidas en dosis altas puede ser perjudicial para la salud de los consumidores, por lo que su uso debe cumplir con los límites fijados por la normativa.

El debate sobre la necesidad de un uso más seguro de los fitosanitarios para la salud humana, y más respetuoso con el medioambiente está abierto, y las soluciones pasan por buscar procedimientos como: elaborar pesticidas más ecológicos,o la implantación de técnicas innovadoras como los biosensores, para detectar que las cantidades de plaguicidas existentes en las frutas y verduras no suponen un peligro para el consumidor.

Métodos más verdes: Biosensores, ozono y luz ultravioleta

En este sentido, AINIA lleva años trabajando para lograr métodos de detección de pesticidas más eficaces y seguros. En concreto, a través del proyecto SABIO, con el que gracias al uso de biosensores y métodos de medida automatizados, se ha desarrollado la primera versión de un sistema que permite detectar los fungicidas poscosecha más habituales en cítricos y frutas, y medir sus concentraciones, generando así una mejora significativa en el proceso de control de calidad industrial.

Un biosensor es un dispositivo de medida que permite identificar de forma específica determinadas sustancias biológicas o químicas presentes en un producto. Consta de un elemento biológico de reconocimiento de estas sustancias y un sensor electrónico que genera una señal que informa de su presencia y concentración.

Beneficios para las empresas hortofrutícolas

Los métodos tradicionales de detección de residuos de plaguicidas en las frutas y verduras requieren de equipos complejos con un coste elevado, y de personal especializado para su manejo. Gracias a esta técnica innovadora, las pequeñas y medianas empresas pueden realizar sus propios análisis de detección de fungicidas de una manera sencilla, rápida y con menor coste. Además, este dispositivo contribuye a mejorar el impacto medioambiental, ya que permite medir las concentraciones de fitosanitarios en aguas de lavado anets de vertido.

Reducir el uso de tratamientos químicos en cítricos

Otro ejemplo de soluciones más respetuosas con el medio ambiente es la aplicación en el sector citrícola de sistemas de tratamiento post-cosecha, basados en el empleo de ozono y luz ultravioleta con el objetivo de reducir el empleo de fungicidas.

Las enfermedades postcosecha, muy comunes en las naranjas y mandarinas durante todo el proceso de comercialización, se controlan principalmente mediante la aplicación de fungicidas químicos de síntesis perjudiciales para el medioambiente. Mediante este innovador sistema reemplea agua ozonizada y luz ultravioleta que resultan tan eficaces como los sistemas convencionales, pero que reducen el empleo de sustancias químicas. Esta técnica además, contribuye a reducir la presencia de plaguicidas en los productos finales y en las aguas residuales, y reduce la gestión de vertidos.