Cepesca y sus asociaciones del Mediterráneo toman la iniciativa en la promoción de medidas para mejorar los stocks del Mare Nostrum

Patronal y asociaciones se reúnen en Valencia para analizar propuestas, adoptar una postura común y presentar iniciativas a la Secretaría General de Pesca

  • La flota de cerco propone incrementar las tallas mínimas y fijar topes de capturas diarias por embarcación, para sardina y boquerón, e instaurar medidas para garantizar su trazabilidad completa. Se muestra contraria al establecimiento de un TAC para los pequeños pelágicos

 

  • Coinciden en la necesidad de solicitar al Gobierno, las CCAA y los ayuntamientos, la evaluación del impacto ambiental de otras actividades humanas, incluidas las industriales, urbanas y turísticas, en la franja costera del Mediterráneo

Madrid, 10 de noviembre de 2015.- La Confederación Española de Pesca (CEPESCA) y sus asociaciones del Mediterráneo han tomado la iniciativa para promover medidas de gestión alternativas que permitan mejorar el estado de los stocks de este mar y desarrollar una pesca sostenible desde el punto de vista medioambiental y socioeconómico. Con este objetivo, han mantenido una primera reunión para conocer las distintas propuestas de cada una de las asociaciones y consensuar las mismas.

En la reunión, celebrada en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agrónoma y del Medio Natural de la Universidad Politécnica de Valencia, han participado representantes de las asociaciones de Cataluña (Tarragona), Baleares (Mallorca), Comunidad Valenciana (Castellón, Denia, Javea, Calpe y Santa Pola) y Andalucía (Almería).

Con relación al cerco y ante la constatación de escasez de sardina y boquerón, se propone la reordenación del caladero para evitar aglomeraciones de buques en una misma zona de pesca. Esta iniciativa supone la adopción de medidas relacionadas con el censo de buques autorizados a pescar y la limitación temporal de los cambios de modalidad y puerto base.

Se propone asimismo la reducción del tamaño del arte de cerco y el establecimiento de una veda o parada biológica de tres meses –de diciembre a febrero-, en caso de contar con ayuda del FEMP, y que se reduciría a dos meses si no se dispone de ésta última.

Por otro lado, y valorado el impacto negativo que supondría el establecimiento de cuotas, la flota de cerco se opone a un TAC para los pequeños pelágicos y propone, a favor de la sostenibilidad, el incremento de las tallas mínimas (de 11 a 12 cm para la sardina y de 9 a 11 para el boquerón), la fijación de topes de capturas diarias por embarcación (2.400 kg diarios para la sardina y 1.500 kg para el boquerón) y la instauración de medidas para garantizar la trazabilidad completa de las capturas.

Estas propuestas deberán complementarse con iniciativas que mejoren la situación socioeconómica de los pescadores y el correspondiente plan de seguimiento por parte de la comunidad científica, la administración y el propio sector. Todas estas medidas serían aplicables a todas las zonas salvo la de Baleares, que planteará medidas específicas.

Para las artes de arrastre y las menores, a la espera de la celebración de una nueva reunión el próximo de 21 de noviembre, todas las asociaciones coinciden en la necesidad de establecer vedas espacio-temporales en las zonas de cría y reproducción.

Una vez consensuadas las diferentes propuestas para las artes de cerco, CEPESCA presentará las mismas a la Secretaría General de Pesca, al Consejo Consultivo del Mediterráneo y a la Comisión Europea. Posteriormente, cuando se consensuen las medidas para el arrastre y artes menores, se hará lo mismo que con el cerco.

CESPESCA ya manifestó su compromiso de liderar una alianza dentro del sector, de la que quiere que forme parte la comunidad científica y la administración pública, para analizar y evaluar de manera objetiva el estado biológico de las especies del Mediterráneo, revertir la situación de sobreexplotación y garantizar su futuro y, por ende, el de la pesca de bajura en este mar.

La patronal pesquera pretende involucrar también en esta iniciativa a algunas organizaciones medioambientales, cuya influencia en la toma de decisiones que afectan a la política pesquera a nivel europeo es cada vez mayor.

Según Javier Garat, secretario General de CEPESCA y presidente de Europêche, “estamos a tiempo de dar la vuelta a la situación en el Mediterráneo y los pescadores somos los más interesados y comprometidos con este objetivo, ya que de la sostenibilidad y el buen estado de los mares depende el futuro del sector. Es necesario orquestar un plan de acción práctico y factible en el que participen el sector, la administración y la comunidad científica”.

Impacto de otras actividades y terceros países

Igualmente, todas las asociaciones del Mediterráneo integradas en CEPESCA consideran que su actividad no es la única responsable de la actual situación de este mar. Por ello, coinciden en la necesidad de solicitar al Gobierno, las comunidades autónomas y los ayuntamientos la evaluación del impacto ambiental en la franja costera de otras actividades -incluidas las industriales y urbanas (emisarios que portan aguas residuales, vertidos, obras de relleno costeras, acuicultura, etc.), así como las turísticas-, y la exigencia a estos sectores de medidas que minimicen su impacto.

Del mismo modo, CEPESCA reitera su demanda de que las medidas que se adopten no solo afecten a las flotas europeas, sino también a las de los terceros países ribereños que también pescan en el Mediterráneo.