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Irene Campos

17/12/13

Desarrollan una herramienta que nos dice qué y cuando sembrar

Técnicos del INTA Paraná –Entre Ríos– presentaron la versión 2013 del modelo de simulación fenológica de soja: Sifesoja. Se trata de un software que permite evitar la coincidencia del período crítico con estrés hídrico como así también la programación de monitoreos de plagas y enfermedades y la predicción del momento de cosecha, en toda la región sojera de la Argentina.

Hugo Peltzer, responsable del desarrollo y especialista en cultivos de esa unidad del INTA, destacó la importancia de la permanente actualización debido a que “se ha convertido en una herramienta fundamental para la toma de decisiones”.

La versión 2013 mejora la predicción de las fechas de ocurrencia de los principales estados reproductivos del cultivo en más de 140 cultivares que pertenecen a los grupos de maduración III al VIII, usados en la región sojera argentina.

“Entre los principales avances de la nueva versión destacamos la integración con Google Maps para la elección de la latitud a partir de un mapa en el que el usuario puede identificar el lote sobre el que quiere hacer la simulación”, expresó Peltzer y agregó: “Esto facilita el uso y mejora la precisión de las simulaciones”.

Sifesoja ayuda a decidir qué cultivar elegir y cuál es el momento de siembra óptimo, para evitar que coincida con el período crítico de estrés hídrico. Además, se puede programar para el monitoreo de plagas y enfermedades y, para predecir el momento de cosecha.

De acuerdo con Peltzer, “el paso que sigue es integrar el software con información agrometeorológica para que el usuario pueda tener las mejores chances para tomar la mejor decisión de manejo”.

En la actualidad, su uso abarca no solamente a productores y profesionales de la agronomía para la toma de decisiones, sino que también se lo utiliza con fines didácticos y de investigación en diferentes universidades, en compañías de seguros agrícolas y contratistas rurales, entre otros.

El software Sifesoja 2013 se realizó mediante un convenio de vinculación tecnológica entre el INTA y la empresa Agrobin, en el marco de un proyecto financiado por la Subsecretaría de Ciencia y Tecnología de Entre Ríos.