La comida europea es famosa por ser segura, nutritiva y de alta calidad. Ahora debería ser también un estándar global para la sostenibilidad. Con este principio fue debatida la semana pasada en Estrasburgo la estrategia “Farm to fork”, De la Granja a la Mesa.

En este sentido, hay nuevas oportunidades para todos los operadores de la cadena de valor alimentaria. Las nuevas tecnologías y los descubrimientos científicos, combinados con la creciente conciencia pública y la demanda de alimentos sostenibles, beneficiarán a todos los interesados.

En esta transición hacia una agricultura más sostenible, los agricultores y los pescadores europeos son clave. La estrategia De la Granja a la Mesa fortalecerá su trabajo para abordar el cambio climático, proteger el medioambiente y preservar la biodiversidad. Pero esta estrategia quiere, sobre todo, aumentar las ambiciones para reducir significativamente el uso de pesticidas químicos, fertilizantes y antibióticos. La Comisión Europea identificará las medidas necesarias para lograr estas reducciones basadas en un diálogo con las partes interesadas. Paralelamente, el marco regulatorio de la Comisión deberá reflejar la evidencia científica sobre el riesgo que representan los químicos como perturbadores endocrinos.

De la Granja a la Mesa también contribuirá a lograr una economía circular. Su objetivo será reducir el impacto ambiental de los sectores de procesamiento de alimentos y venta minorista mediante la adopción de medidas en el transporte, el almacenamiento, el envasado y el desperdicio de alimentos.

Por último, esta estrategia estimulará el consumo sostenible de alimentos y promoverá alimentos saludables y asequibles para todos. La Comisión ayudará a los consumidores a elegir dietas saludables y sostenibles y a reducir el desperdicio de alimentos, y explorará nuevas formas de brindarles a los consumidores una mejor información sobre su procedencia, su valor nutricional y su huella ambiental.

Productos de calidad a precios razonables para recompensar a los agricultores

El eurodiputado español Juan Ignacio Zoido ha aprovechado la sesión para recordar ante el Parlamento Europeo que el principal objetivo de la agricultura europea es producir buenos productos a precios razonables.

Durante su intervención ante la Cámara de Estrasburgo, el europarlamentario ha recordado que el principal objetivo de la agricultura europea y de la Política Agrícola Común (PAC) ha de ser producir alimentos de calidad a un precio asequible.

Zoido ha expresado su preocupación por que “algunos pretendan hacer de la agricultura europea un cajón de sastre”, en referencia a la estrategia de la Comisión Europea “Farm to fork” (De la granja a la mesa), que promueve una agricultura más sostenible en aras de alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 y que fue debatida hace unos días en Estrasburgo. En esa línea, el portavoz adjunto del Grupo Popular Europeo ha dicho que “algunos quieren que la agricultura europea sirva para preservar el medioambiente, combatir el cambio climático, reducir la dependencia de pesticidas, disminuir el uso de antibióticos, mejorar la biodiversidad, mejorar el bienestar animal… y que lo de menos sea si sirve para producir alimentos asequibles y de calidad”.

Por eso, Juan Ignacio Zoido ha insistido en que “nunca debemos olvidar cuál es el principal propósito de nuestra agricultura”, pues “de ello dependerá la alimentación de los casi 500 millones de ciudadanos europeos y el empleo y la prosperidad de los 23 millones de empleados que trabajan a lo largo de la toda la cadena”.