En la misma línea, ha creado una guía de bolsillo para conocer la fauna y flora de los viñedos y una serie de documentos que permiten conocer las medidas para protegerlas y aumentar su presencia. Asimismo, se ha elaborado tanto una ficha técnica con casos prácticos exitosos en la gestión de la biodiversidad como vídeos cortos para difundir las mejores prácticas, todo ello acompañado de más de 40 informes individuales de asesoramiento para viticultores europeos.

La iniciativa desarrolló, además, una conferencia final que contó con la asistencia de más de 100 personas, incluyendo estudiantes de una reconocida escuela de sumillers de Valencia.

Entre las lecciones aprendidas destaca que tanto los espacios productivos como los no estrictamente productivos son elementos clave para mejorar el rendimiento de la explotación bien mediante la reducción de la erosión, aumentando la humedad del suelo y/o mejorando la polinización, a la vez que promover un ecosistema sostenible y biodiverso. Para ello se han promovido estrategias como las de generar cubiertas vegetales, mantener setos y márgenes en las parcelas y potenciar el control biológico de plagas. Todos estos son ejemplos de lo que se puede hacer para potenciar una biodiversidad activa y rentable en el marco de las exigencias que los consumidores demandan de mayor respeto por el medio ambiente, incluso más allá de la producción ecológica.

Los materiales resultantes del proyecto están disponibles, de forma gratuita, en este enlace. El proyecto ha contado además con la colaboración de la Generalitat Valenciana y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).