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Marta García

12/11/14

Domesticar la seta de cardo

Hasta ahora se ha conseguido cultivar de forma intensiva en grandes naves, pero el resultado es un hongo con un pie más robusto y más alto y un sombrero más pequeño y carnoso, que además tiene un sabor diferente al de la seta silvestre. Es decir, que «lo que se vende como seta de cardo cultivada en naves industriales, no se parece a la seta de cardo», explica Jaime Olaizola, responsable de ID Forest, un laboratorio privado en Palencia especializado en trabajar con hongos comestibles y medicinales y empeñado en aplicar la I+D a su desarrollo.

Por eso, durante más de dos años, en este laboratorio han experimentado hasta domesticar la naturaleza para producir, de forma extensiva, setas de cardo y «de campo», y hacerlo en cualquier terreno agrícola. «El reto era hacer una parcela o un terreno agrícola super productivo en seta de cardo». Y lo han conseguido tanto en terrenos donde este hongo ya se daba bien, como en otros, donde nunca se había visto crecer una seta, obteniendo además unas producciones muy grandes.

Para empezar, ID Forest ha cogido setas de cardo de distintos lugares para aislarlas y cultivar «micelio puro» en el laboratorio, consiguiendo distintas cepas, más o menos productivas, de diferentes tamaños, pero todas naturales.

El siguiente paso ha sido elaborar, también en el laboratorio, un sustrato o inóculo donde producir estas setas. O lo que es lo mismo «una materia orgánica desarrollada con distintos productos donde crece el micelio de la seta de cardo», que además ID Forest va a patentar.

Una vez logrado todo esto en el laboratorio, había que probar en el campo para tener resultados reales, así que llenaron una parcela de micelio de seta de cardo y además sembraron cardos, -porque la seta de cardo solo sale pudriendo el cardo corredor (Eryngium campestre) o cardo setero-. «La idea era que hubiera muchísimos cardos en la parcela para que hubiera mucho alimento para la seta de cardo», explica Olaizola.

El problema es que hasta ahora a nadie se le había ocurrido cultivar cardos, y descubrieron que es complicado porque germinan bastante mal. Por eso además de cultivar la semilla del cardo, ID Forest decidió hacer cultivos 'in vitro' de cardo corredor, de forma que «ahora podemos producir miles de cardos para poner en una parcela». De esta forma, el proceso es sencillo y complejo a la vez: «Basta con tener el micelio y el cardo y llenar una parcela de cardos y micelio», resume.

Pero además han desarrollado un método de laboreo para que el cardo germine en buenas condiciones. Y los resultados han sido mejores de lo esperado, porque si se hace el cultivo en primavera, «en octubre ya estás recogiendo setas» con lo que «es rentable desde el primer año». Después, como el micelio ya está en la parcela, solo hay que dejar que los cardos crezcan y esperar a que se mueran, suelten las semillas y el micelio de la seta de cardo salga, año tras año, imitando a la naturaleza, con lo que las producciones son mejores al segundo año y siguientes. «Solo hay que vigilar que los cardos germinen bien y se vayan reproduciendo y cuantos más cardos haya, más setas se producirán», resume el investigador.