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El agua constituye uno de los cinco principales retos para la estabilidad mundial en los próximos años

Isabel García Tejerina ha inaugurado la jornada “Gestión de la sequía y la escasez del agua en tierras semiáridas: los casos de California y España”, organizada por la Fundación Botín, en la que también han participado el Presidente del Rosenberg Internacional Forum on Water Policy y los profesores Daniel Dooley y Richard Howitt.

En su intervención, García Tejerina ha explicado que en España, como en California y en otras regiones y países de climas mediterráneos, “hemos sufrido periodos secos o muy secos”, por lo que “resulta imprescindible y estratégico gestionar las sequías de la forma más eficiente, sostenible y equitativa posible”.

A este respecto, la ministra ha comentado cómo tradicionalmente en España, las sequías se abordaban como situaciones de emergencia, adoptando medidas y movilizando recursos de carácter extraordinario. Sin embargo, ahora las situaciones de sequía se abordan desde dos puntos de vista diferenciados, bajo la coordinación de un Comité Permanente para Situaciones de Adversidad Climática y Medioambiental.

SEQUÍAS METEOROLÓGICAS

Por un lado, ante las sequías meteorológicas o agronómicas, “el regadío ha sido la principal solución técnica adoptada para reducir las pérdidas económicas que conlleva”. De hecho, ha añadido la ministra, España es el país con mayor superficie de regadío de la Unión Europea: 3,5 millones de hectáreas, de las que 1,5 millones han sido objeto de modernización, en el marco del Plan Nacional de Regadío.

Además, García Tejerina ha recalcado que España cuenta con los seguros agrarios, una “herramienta fundamental” para garantizar sus ingresos a los agricultores y ganaderos. Para la ministra, el sistema de seguros es uno de los grandes activos de España, “único en Europa y referente para muchos países del mundo, con problemas semejantes a los nuestros”.

De forma complementaria, la ministra ha apuntado que el Gobierno adopta otras medidas, de carácter fiscal y financiero, que contribuyen al mantenimiento de la actividad agraria.

SEQUÍAS HIDROLÓGICAS

En segundo lugar, García Tejerina ha explicado cómo, en la actualidad, las sequías hidrológicas se abordan mediante un esquema en el que concurren instrumentos legales, institucionales y técnicos, “y cuyo núcleo fundamental son los Planes Especiales de Sequía”.

En este ámbito, la Ley del Plan Hidrológico Nacional de 2001 “supuso un punto de inflexión en la gestión de las sequías ya que plasmaba la necesidad de incluir las sequías dentro de la planificación hidrológica, y de elaborar Planes Especiales de Sequía”. También incluía la necesidad de establecer un sistema de indicadores hidrológicos que determinarán la situación de sequía hidrológica en un momento concreto, para adoptar las medidas adecuadas.

La ministra considera que, sobre esta base, “se ha avanzado mucho”, coordinando aspectos como las prioridades de uso recogidas en la Ley de Aguas, los análisis de riesgo y los protocolos de actuación de los Planes de Sequía de cada cuenca hidrográfica, los estados de sequía de cada cuenca, o el régimen de caudales necesarios para cada río, entre otros aspectos.

En opinión de García Tejerina, “estos son algunos de los principales elementos que nos han permitido llevar las sequías por la senda de las situaciones previsibles”, así como “abordarlas conociendo, en tiempo real, el papel y la responsabilidad de cada parte en su gestión; qué hacer y quién debe hacer qué”.

Por último, la ministra ha expresado su convencimiento de que España, a pesar de su experiencia y capacidad en este ámbito, puede aprender mucho de la experiencia de California.