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Blanca Perez

01/06/15

El agua desalada produce entre un 40 y un 100% más de kilos, según la UAL

"En estos días conmemoramos el décimo aniversario de la llegada del agua desalada a Níjar; el agua es el medio para asegurar el futuro de esta comarca y hay que recordar que el trabajo no está todo hecho, hay que seguir insistiendo para que el acuífero de Níjar no desaparezca". Con estas palabras comenzó ayer la presentación de la conmemoración de los diez años de la llegada del agua desalada a Níjar el presidente de la Comunidad de Usuarios de Aguas de la Comarca de Níjar (CUCN). En un acto celebrado en la Universidad de Almería, junto al director de la Cátedra Cajamar de Economía y Agroalimentación de la UAL, Francisco Camacho Ferre, y el director del Centro de Investigación BITAL, Diego Luis Valera.

Antonio López apuntó que las actividades previstas tienen como objetivo "devolver a la sociedad lo mucho que nos ha dado" y recordó que en el último año, la comunidad ha crecido en más de 450 hectáreas, con las que ya suma 9.300 hectáreas de riego, e hizo hincapié en que la elevada conductividad del agua, debido a la sobreexplotación del acuífero de Níjar, hubiese provocado el abandono de muchas fincas en los últimos años de no ser por el agua procedente de la desaladora de Carboneras, que se distribuye desde la CUCN.

Por este motivo, "seguimos necesitando ayuda", insistió López, pues recordó que la comarca de Níjar paga por el agua desalada hasta tres veces más que en otras zonas de la provincia, lo que "debería compensarse a través de la declaración de la renta de los comuneros", por el esfuerzo económico que realiza el agricultor en beneficio del medio ambiente, para no acabar con el acuífero.

Entre los actos previstos con motivo de la efemérides, destaca la presentación de los primeros resultados del proyecto de investigación 'Captación de datos de campo y análisis para la toma de decisiones sobre el consumo de agua, desalada y de pozos, en los cultivos de tomate, sandía, pimiento y calabacín', en virtud del acuerdo que firmó la CUCN con la Cátedra Cajamar de Economía y Agroalimentación de la UAL, en febrero del año pasado.

Los profesores Diego Luis Valera y Luis Belmonte son los encargados del desarrollo del proyecto, que se inició en agosto de 2014, según explicó ayer Francisco Camacho. "Los datos del tomate ya los tenemos, ahora hay que terminar de procesarlos, sobre todo, en cuanto al análisis de la calidad, mientras que la sandía se empezó a cosechar la semana pasada", apuntó. Camacho recalcó que en los primeros resultados obtenidos se observan incrementos en la producción de entre un 40 y un 100% si se emplea agua desalada, frente al uso de agua de pozo. Además, indicó que estos rendimientos compensan con creces el sobrecoste del agua desalada, en comparación con el precio del agua de pozo, al igual que Valera, que añadió que la productividad aumenta en más de tres kilos por metro cuadrado con el agua desalada e hizo hincapié en la necesidad de apostar por un modelo producción más respetuoso con el medio ambiente: "La conductividad está subiendo más de un 3% al año en la provincia, algo que no es sostenible" y contra lo que hay que luchar para recuperar los acuíferos, una conducta que supone un valor añadido para las producciones y que el consumidor debe valorar y ha de estar dispuesto a dar un mayor precio por las frutas y hortalizas que apuestan por estos métodos productivos.

En el marco de los actos previstos para celebrar esta efeméride, el 2 de junio se celebrarán unas jornadas técnicas en las que participarán Susana López, gerente de Acuamed Almería, que hablará sobre la aportación de Acuamed al desarrollo hidráulico de la provincia; Ángel Guillén, representante de la empresa Agroccentum, sobre sinergias bacterianas no patógenas; y Diego Luis Valera y Francisco Camacho Ferre, que abordarán la producción y la calidad de tomate y sandía regando con agua de pozo frente al riego con agua desalada.