El atlas agroalimentario que explica la monopolización agrícola

El 31 de octubre de 2017 se publicó una de las investigaciones más exhaustivas sobre la cadena de producción alimentaria en el mundo. La conclusión es preocupante: cada vez más el mundo está monopolizado por menos empresas que crecen a pasos agigantados. Según advierte el informe, esta tendencia amenaza la capacidad de elección de las personas consumidores, el empleo y las conduciones laborales en la industria y pone en riesgo la seguridad alimentaria.

Fecha: 07-Nov-2017

Fuente: Agriculturers

Según la Fundación Tierra, entre 2015 y 2015, de las 12 grandes fusiones empresariales que sucedieron en el mundo, 5 pertenecían al sector agroalimentario y movieron unos 500.000 millones de dólares.

Según Olivier de Schutter, copresidente del Panel Internacional de Expertos en Sistemas Alimentarios Sostenibles (IPES-Food), dijo a Tierra, “asistimos a un crecimiento sin precedentes de las fusiones y compras en el sector agroalimentario que tendrá un gran impacto en lo que comemos y lo que cultivamos. Necesitamos urgentemente un debate y la implicación activa de los reguladores para proteger el interés público, a las personas trabajadoras y el medio ambiente”.

Este informe se publica justo en el momento en que la Comisión Europea debe decidir si autoriza la mega fusión entre Bayer y Monsanto, dos de las empresas más grandes y cuestionadas del mundo, con presencia en gran parte de los países industrializados.

Las principales conclusiones del informe sobre la monopolización de la producción alimentaria son: Menor oferta para los consumidores: casi la mitad de la comida que se vende en la Unión Europea viene de solo 10 cadenas de supermercados. Apenas 50 industrias se llevan la mitad de las ventas de comida en el mundo. Y tan solo 4 empresas producen el 60% de la comida de bebé en el mundo.

La alimentación del futuro está riesgo: las fusiones entre los gigantes de la agroindustria provocan la intensicación de la producción a lo largo de toda la cadena, actualmente el 20% de las tierras agrícolas del mundo están ya degradadas.

Causa pérdida de empleos y bajada de salarios: la actual ola de fusiones en las industrias procesadoras, por ejemplo, entre Heinz y Kraft, se ha debido a la necesidad de ahorrar costes para seguir compitiendo en el mercado global, lo que ha provocado la pérdida de miles de puestos de trabajos. Se siente la presión por los bajos precios: las empresas de distribución (principalmente supermercados) y la industria procesadora de alimentos presionan a sus proveedores, expulsando a los pequeños productores y normalizando las pésimas condiciones laborales y bajos salarios en toda la cadena. Por ejemplo, aproximadamente el 80% del mercado mundial del té está controlado por tres empresas.

Persiste el hambre entre la población más empobrecida: a pesar de la sobreproducción de alimentos en el mundo, la cosecha global de cultivos alimenticios equivale a 4.600 kcal. por persona y día – pero más de la mitad se pierde en el almacenamiento, distribución, desperdicio y alimentación del ganado. El informe fue nanciado y elaborado por Amigos de la Tierra Europa, la Fundación Heinrich Boll y la Fundación Rosa Luxemburg.