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Eugenio DOP

20/07/15

El calor pasa factura al campo

A la falta de lluvias en primavera y las altas temperaturas durante la floración, “hay que añadir ahora el calor que estamos sufriendo, lo que ha agravado la situación, sobre todo en el secano, donde ya se pueden apreciar claros síntomas de agotamiento de los olivos, con lo que el fruto no crece adecuadamente”. Así lo ha manifestado el secretario general de UPA-Andalucía, Agustín Rodríguez, para quien, “de seguir así, podríamos asistir a una merma de producción muy importante”.

Además, en el regadío,en estas fechas se está consumiendo un 50 por ciento más de agua que en una campaña normal, porque se ha tenido que comenzar en febrero ante la falta de precipitaciones. En aceituna de mesa, la disminución de cosecha puede llegar a ser del 50 por ciento por una escasa producción y con poco calibre.

Otro cultivo muy afectado es el viñedo, con una disminución de cosecha de un 30 por ciento, ya que los racimos están quemados por el calor.

En el cereal, que ya ha sido recolectado, la pérdida ha sido de un 15 por ciento de una campaña normal como consecuencia de falta de precipitaciones en primavera y las altas temperaturas en mayo.

El tomate industrial, cuya recolección ya ha comenzado, tendrá una disminución calculada del 20 por ciento, motivado sobre todo por un elevado porcentaje de pudrición por las altas temperaturas y en el caso del algodón, a partir de los 40 grados el mecanismo de autodefensa de la planta elimina las cápsulas (flor), lo que de continuar con estas temperaturas la producción tendrá también una reducción importante.

En el caso de la remolacha, las pérdidas se situarían entre el 15 o el 20 por ciento de la mitad de cosecha que queda por recolectar.

Las altas temperaturas también están afectando el maíz, al no desarrollarse adecuadamente el grano en la mazorca, quedando vacío y aún están pendientes de hacer una valoración en frutales afectados.

Otro cultivo afectado es el girasol, cuya producción en Andalucía puede reducirse un 25 % respecto a la anterior campaña, según las previsiones de Asaja-Sevilla.

En un comunicado, ha explicado que el déficit de lluvias invernal, la sequía primaveral y las recientes olas de calor provocarán una pérdida de la producción regional y un adelanto de la recolección del girasol, oleaginosa a la que los agricultores andaluces han destinado en esta campaña 280.000 hectáreas.