El Gobierno de Rajoy prepara un plan de choque para evitar la sangría rural

S.O.S. La despoblación rural es una realidad y el Gobierno de Mariano Rajoy ha generado dentro de la Secretaría de Estado de Administraciones Territoriales una oficina, que en un mes presentará la estrategia nacional contra la despoblación. El plan iniciará su desarrollo en las provincias de Soria, Teruel, Cuenca o Huesca con el objetivo de promover e incentivar a aquellas personas o empresas que quieran instalarse en estas zonas rurales.

Fecha: 20-Jan-2018

El secretario de Estado de Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro, ha anunciado en Soria que el Gobierno presentará en un mes la estrategia nacional contra la despoblación.

Bermúdez de Castro, que se ha reunido hoy con representantes de la Plataforma Soria Ya, ha reconocido que en "provincias como Soria, Teruel, Cuenca o Huesca tenemos un problema de despoblación y tenemos que buscar las fórmulas adecuadas para que si alguien se quiere instalar tenga oportunidades".

En este mes que queda hasta la presentación del Plan, el Gobierno deberá definir los criterios que operarán a la hora de aplicar la estrategia nacional y en las cuestiones en las que se incidirá, ha explicado el secretario de Estado.

El pasado abril, el Gobierno puso en marcha un grupo de trabajo interministerial, en el que participan autonomías y municipios, para hacer frente al reto demográfico de España y alumbrar la citada estrategia nacional.

La creación de ese grupo desarrolló uno de los acuerdos adoptados en la Conferencia de Presidentes de 2017 y entre los objetivos está analizar las oportunidades para atraer y fijar población a las zonas rurales, así como las necesidades de infraestructuras.

Las proyecciones demográficas del Instituto Nacional de Estadística advierten que, de mantenerse las tendencias demográficas actuales, la población de España iniciaría a partir de 2017 un descenso ininterrumpido, de forma que podría perder en los próximos 15 años 552.245 habitantes (un 1,2 %).

Dentro de 50 años, el descenso superaría los 5,3 millones de habitantes (un 11,6 %) y la población se reduciría hasta 41,1 millones en 2066, principalmente, por el progresivo aumento de defunciones y disminución de nacimientos, con un saldo vegetativo negativo -que sería especialmente acusado a partir del año 2040- y que no se vería compensado por el saldo migratorio.

El dato del padrón continuo a 1 de enero del 2017 que hoy ha publicado el INE, recoge que Castilla y León perdió 21.718 empadronados en 2016, el 0,89%, que deja el padrón de la Comunidad en 2.425.801 vecinos a 1 de enero de 2017.

La pérdida de habitantes en el padrón afectó a todas las provincias de Castilla y León, con casos como el de Soria que baja de los 90.000 empadronados, y se queda con 88.903.