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Miguel Lorenzo

21/02/13

El Gobierno ultima un acuerdo entre oleicultores y distribución similar al del sector lácteo

El Gobierno ha emplazado a los operadores del aceite de oliva -productores, industriales y gran distribución- a rubricar un convenio de colaboración similar al alcanzado en el lácteo que permita vertebrar la cadena y colaborar en aspectos como la calidad y la información al consumidor.

El análisis de este proyecto ha centrado parte de la reunión que ha presidido el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, con representantes del sector.

En concreto, han participado en el encuentro Cooperativas Agro-alimentarias; la Federación Española de Fabricantes Industriales de Aceite de Oliva (Infaoliva); la Asociación Nacional de Industriales Envasadoras y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac); y la Asociación Española de Industria y Comercio Exportador de Aceite de Oliva (Asoliva).

El director general de la Industria Alimentaria, Fernando Burgaz, ha aclarado que hace unos meses que el Ministerio está trabajando con la Interprofesional del aceite de oliva -que reúne a agricultores, cooperativas, almazaras e industriales envasadores y exportadores- y con la distribución comercial para establecer este "nuevo marco de cooperación". Un convenio que persigue, según Burgaz, "avanzar en el control de la calidad y en la mejora de las actuaciones de promoción e información al consumidor".

En el lácteo, el Gobierno ha logrado rubricar, hace solo unas semanas, un convenio con gran distribución, productores e industria; los ganaderos esperan de él que acabe con la "banalización" de la leche como producto reclamo y con su escaso valor comercial.

Ahora, el convenio podría replicarse en el aceite de oliva; "tenemos algunos textos y estamos pendientes de que ambas partes den su conformidad o sus observaciones para alcanzar un documento final consensuado", ha remarcado Burgaz.

"Está en manos de la distribución y la Interprofesional" pronunciarse, ha afirmado Burgaz, quien prefirió no adelantar fechas concretas sobre cuándo podría culminarse y firmarse.

Otro de los puntos del orden del día de la reunión ha sido analizar el estado del proyecto español para buscar métodos físico- químicos que complementen al panel de cata o panel test actual, y que provoca quejas entre las empresas oleícolas y productoras por su variabilidad, en función del experto que analiza el producto.

En este punto, Burgaz ha indicado que varios laboratorios están trabajando actualmente con el objetivo de buscar un método que permita "objetivar" la categorización de la calidad de un aceite, utilizando métodos instrumentales.

Se ha mostrado optimista, porque "los primeros resultados son positivos", aunque ha precisado que aún es pronto para dar por culminado este complicado proceso para la categorización del aceite (que debería ser capaz de determinar sin reservas, por ejemplo, si un aceite de oliva virgen extra realmente lo es sin dudas).

Por su parte, el máximo responsable de aceite de Cooperativas Agro-alimentarias, Rafael Sánchez de Puerta, y el secretario general de la patronal de almazaras industriales Infaoliva, Enrique Delgado, han explicado a Efeagro que han defendido ante el ministro que se potencie al Consejo Oleícola Internacional (COI) y se mejore su presupuesto y el papel que juega España en él.

En su opinión, España no tiene el suficiente peso que le corresponde en la institución, pese a ser el primer productor y comercializador del mundo, y el COI necesita más fondos para ser efectivo en su papel de solucionar los conflictos internacionales, como los creados en EEUU o Australia, que utilizan métodos de análisis del aceite no oficiales.

De hecho, estos países han denunciado en el pasado, con gran eco internacional, que los aceites vírgenes extra importados allí eran fraudulentos, al contener mezclas de inferior calidad, tras la utilización de estos métodos analíticos que el COI no reconoce.

Respecto a sus reivindicaciones ante la Unión Europea (UE), el sector español pide que Bruselas autorice realizar campañas de promoción como país de origen España, que potencie actuaciones divulgativas en colegios y que permita que los envasadores puedan indicar en el etiquetado -como en EEUU- que el aceite de oliva es cardiosaludable o, cuanto menos, "beneficioso para la salud".

También han pedido al ministro que se instaure una nueva "acreditación de calidad" en origen; es decir, un documento que acompañe a las facturas de venta del aceite de los industriales hacia los puntos de venta en el que quede certificado por un laboratorio oficial la calidad del producto en origen, con sus parámetros organolépticos y químicos.