El pastoreo controlado que gestiona la vegetación y crea hábitats óptimos para aves en peligro de extinción

La Fundación Global Nature apuesta por el ganado como herramienta de gestión de la vegetación dentro del proyecto LIFE Paludicola, que trabaja para frenar el descenso de las poblaciones de Carricerín cejudo, al ave paseriforme más amenazada de Europa El ganado ovino existente se completa ahora con vacas de raza rústica que ayudarán a crear un mosaico ideal para las aves palustres en zonas naturales protegidas como la Marjal de Pego-Oliva, en la Comunidad Valenciana

Fecha: 14-Jun-2019

El ganado como herramienta para gestionar la vegetación y crear hábitats óptimos para aves en peligro de extinción, en concreto, para el paseriforme más amenazado de Europa, el Carricerín cejudo. Es la apuesta de la Fundación Global Nature (FGN) dentro de su proyecto LIFE Paludicola que refuerza ahora con la compra de vacas de raza rústica para el pastoreo controlado en la Marjal de Pego -Oliva, en la Comunidad Valenciana. La acción de pastoreo controlado se realiza en lugares protegidos como este Parque Natural, incluido en la Red Natura 2000.

Esta compra supone un refuerzo a una actividad tradicional que se está perdiendo en zonas naturales y consigue otros muchos beneficios: por un lado, protege a otras especies de aves amenazadas, como el Bigotudo, la Buscarla unicolor o el Carricerín real, todas ellas aves insectívoras que verán aumentados sus recursos alimenticios, al atraer insectos a los excrementos de los animales. Por otro lado, fomenta la prevención de incendios al controlar el crecimiento de la vegetación herbácea y arbustiva durante los meses que suponen mayor riesgo, a la vez que conserva desbrozadas las infraestructuras necesarias para la prevención y extinción de incendios; por último, ayuda a fijar población con la creación de puestos de trabajo, ya que contribuye a mantener habitadas las comarcas rurales, lo que la convierte en motor para la economía local.

El año pasado ya se realizó pastoreo controlado con ganado ovino y caprino por las zonas que se habían segado con anterioridad por la máquina anfibia, comprada al inicio del proyecto. Estas zonas se mantuvieron limpias de vegetación hasta la siguiente temporada gracias al control del ganado creando zonas de aguas libres en el medio del denso carrizal. 

Ahora, con la entrada del ganado bovino se conseguirá un mosaico ideal para las aves palustres ya que estos animales consiguen gestionar la vegetación a diferentes alturas y crear claros más amplios ideales para aves como el Carricerín cejudo.

El ganado se moverá según las necesidades de gestión: a finales de primavera tras la época de nidificación de las aves y cuando los niveles de agua empiezan a descender en la Marjal, el ganado se introducirá de forma controlada en aquellas zonas en las que el carrizal haya sido segado previamente y la vegetación esté brotando. Los animales pararán un tiempo determinado y posteriormente se cambiarán a otra zona. Todo esto se hará bajo la supervisión de la dirección del Parque Natural. En invierno cuando el nivel del agua comience a subir de nuevo, los animales se trasladarán en trashumancia hasta la Vall de Evo, donde se encuentran unas instalaciones acondicionadas para el ganado. De esta forma se recuperará el uso de vías pecuarias.

Estos animales estarán en disposición de trasladarse a algún otro humedal que necesite un control de la vegetación, ya que la idea es que estos animales sirvan como herramientas de gestión de estos hábitats.

La destrucción del hábitat, principal amenaza

Estas acciones son muy importantes ya que el carricerín cejudo, como otras especies, es especialmente vulnerable a la alteración de su hábitat. Este pequeño pájaro, de unos 13 cm de longitud y 10 gramos de peso, utiliza como lugares de nidificación humedales con vegetación baja y aguas someras. Las principales amenazas a las que se enfrenta, son la destrucción o alteración de las zonas húmedas (con una pérdida en los últimos años de un 60% de superficie), los cambios en su hábitat y las constantes alteraciones de tipos de cultivos en los alrededores de las zonas húmedas. Por ello, actuaciones como esta para asegurar que los hábitats en los que descansa durante su viaje migratorio por la península ibérica, son tan importantes. Para completarlo con éxito es indispensable a lo largo de su ruta migratoria la presencia de humedales con un hábitat de alta calidad: alta disponibilidad de alimento y sin molestias.

LIFE-Paludicola

Este proyecto LIFE desarrollado por la Fundación Global Nature tiene como objetivo principal frenar el descenso de las poblaciones de carricerín cejudo mediante actuaciones de restauración del hábitat de paso migratorio pre y posnupcial. Estas acciones se llevarán a cabo durante el período 2017-2020 en 12 municipios de tres regiones españolas (Castilla-La Mancha, Castilla y León y Comunidad Valenciana), todas ellas incluidas en espacios de la Red Natura 2000. La iniciativa está cofinanciada por el programa LIFE de la Unión Europea y son socios de la misma la Fundación Global Nature y la Junta de Castilla y León. El proyecto cuenta con el apoyo de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana, el Ministerio para la Transición Ecológica a través de la Fundación Biodiversidad, el Ayuntamiento de Torreblanca y la empresa INFERTOSA S.A.

El carricerín cejudo

El carricerín cejudo (Acrocephalus paludicola) está catalogado como Vulnerable a escala global, clasificado En Peligro a escala europea, está incluido en el Anexo I de la Directiva de Aves, en el Anexo II del Convenio de Berna y en el Anexo II del Convenio de Bonn. Además, se encuentra catalogado como de Interés Especial en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y como Vulnerable en el último Libro Rojo de las Aves de España. Se trata de una especie prioritaria de conservación a nivel mundial porque se encuentra globalmente amenazado porque se estima que su población mundial es inferior a 30.000 individuos reproductores. Esta población tan escasa comparada con otras poblaciones de pequeñas aves más comunes, junto a la fragmentación de sus áreas de cría y su declive poblacional, pone de manifiesto su elevado riesgo de extinción.