Alrededor de unas 300 hectáreas de cultivo han resultado dañadas por el granizo caído este domingo sobre el municipio de Lanaja. Las consecuencias podrían haber sido peores. De hecho, el pedrisco afectó a una superficie de 1.000 hectáreas, de las que 700 acababan de ser cosechadas, según ha explicado uno de los agricultores afectados y además, concejal del municipio, Ignacio Abad.

A pesar de ello, los campos tocados presentan graves daños, con una afección de entre el 70 y el 80%. En su mayoría, se trata de explotaciones de cebada y trigo, que iban a ser recogidas en los próximos días. También hay algo de maíz y alfalfa y además, algunas zonas de huerta.

Por desagracia, la situación no es nueva para muchos agricultores de Lanaja, castigados por el granizo por tercer año consecutivo, tal y como explica Ignacio Abad, que está entre los más damnificados. De hecho, no se libró de las anteriores granizadas ni tampoco de la actual. En esta ocasión, tiene afectadas unas 65 hectáreas. «Hasta ahora, solo teníamos alguna tormenta ocasional y desde hace un tiempo, nos tocan todas, lo que resulta desesperante, especialmente a las puertas de cosechar», señala el agricultor.

Los afectados ya han comenzado a dar parte a las compañías de seguro, que serán las encargadas de peritar los daños. En los campos, el efecto del granizo es visible. Por ejemplo, la mayoría del grano de la cebada ha terminado en el suelo.

Dentro del casco urbano, también se pueden observar las consecuencias de la tormenta, ya que las calles y plazas siguen cubiertas de hojas. Además, ha habido daños en toldos, persianas o mosquiteras.

Antes de que el pedrisco cayera sobre Lanaja, lo hizo en varias zonas de cultivo del municipio de Monegrillo. De momento, se desconoce el alcance, a la espera de la evaluación de los daños.