En cada hogar español se consume al año 50 kilos de carne, según un informe de Mercasa

En cada hogar español se consumen de media al año 50 kilos de carne y productos cárnicos, y el gasto per cápita se aproxima a los 330 euros, según un informe de Mercasa referido al periodo 2008-2017 y basándose en los datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, MAPAMA.

Fecha: 25-Jul-2018

Mercasa forma parte del Comité Organizador de la segunda edición de Meat Attraction 2018, la Feria del Sector Cárnico, que organizan conjuntamente Ifema y Anice, Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España. El encuentro comercial se desarrollará los días 18 al 20 de septiembre próximos, en la Feria de Madrid.
El Salón es el mejor barómetro de la situación de la industria cárnica en España. El estudio de Mercasa es especialmente interesante, al centrarse en el periodo de la crisis. De dicho estudio, se desprende que el consumo más notable de este tipo de alimentos se asocia a la carne fresca y, más en concreto, al pollo y al cerdo.

La carne transformada, con cerca de 12 kilos y 100 euros por persona, es otra de las que goza de las preferencias de los consumidores españoles, mientras que la demanda de carne congelada en el hogar es sensiblemente inferior.

En general y frente a unas cifras estables e, incluso, con un ligero ascenso del 2,5 por ciento en el mercado alimentario, en la familia de la carne y productos cárnicos se registró durante la última década un pequeño descenso en el consumo, del 0,9 por ciento.

Por categorías, en el periodo 2008-2017, la demanda de carne fresca descendió un 3,3 por ciento; la carne congelada, que partía de cifras menores, experimentó una tendencia al alza (+44,7%), y la carne transformada también creció, aunque a inferior ritmo (un 3,6% más).


Durante el periodo objeto del estudio, se observan diferencias en el consumo de este tipo de alimentos, atendiendo a la tipología de los hogares. Así, aquellos con mayor poder adquisitivo registran un consumo más elevado, que desciende en el caso de los de menores recursos.

También es positivo el consumo medio entre los retirados, parejas adultas sin hijos, los adultos independientes y las parejas con hijos mayores, registrándose consumos más bajos entre las parejas con hijos pequeños, las parejas jóvenes sin hijos, en los hogares mono parentales y entre los jóvenes independientes.

Finalmente y considerando el tamaño del municipio de residencia, los consumidores que residen en núcleos de población pequeños, con menos de 2.000 habitantes, registraron un mejor comportamiento en el consumo per cápita de carne (un 8,3% más). Por contraste, en los grandes municipios -de más de medio millón de habitantes- hubo una evolución negativa (-10%).