La empresa Zinia, dedicada a la comunicación 2.0, organizó la semana pasada lo que ellos llaman un desayuno 2.0. Sin duda una gran iniciativa. Esta empresa organiza este tipo de desayunos una vez al mes en distintas ciudades de España. Además de servir para poner en contacto a un buen número de personas interesadas por el mundo de la comunicación, tienen la costumbre de dedicarlos a temas concretos relacionados con la aplicación de las nuevas tecnologías en este ámbito. En concreto, el último desayuno trató sobre la formación 2.0. 

 

En él, un grupo de jóvenes emprendedores explicaron el proyecto que han puesto en marcha. Se trata de un portal (FLOQQ) que, a modo de red social, pretende poner en contacto a personas que quieran aprender una herramienta determinada con personas que dominen esa herramienta y tengan interés por ganar algún dinero mediante la realización de algún curso de corta duración y coste reducido que ellos denominan píldoras. Trabajan bajo la premisa de que la persona idónea para explicar cómo funciona una herramienta determinada es aquella que la tiene que utilizar con frecuencia para su trabajo independientemente de la titulación y formación que tenga. Además, en dicho portal se pueden también anunciar y encontrar distintos locales en los que realizar los distintos cursos, aunque en muchas ocasiones, muchos de los cursos terminan por hacerse incluso en cafeterías. Me parece una idea brillante a la que auguro un gran éxito.

Es evidente que las redes sociales parecen estar cambiándolo todo, incluso la forma de enseñar y aprender determinadas herramientas. El sector agrario no puede ser ajeno a este proceso y servirse de este tipo de innovaciones de la forma más eficiente posible. Ahora que los sistemas de asesoramiento en explotaciones agrarias crecen en importancia con la nueva PAC, es el momento de desarrollar herramientas tecnológicas que permitan un mejor servicio a los profesionales de la agricultura, faciliten su actividad diaria y contribuyan a una toma de decisiones acertada. La formación 2.0 puede ser una de ellas. Hay que ponerse manos a la obra. Nuestra agricultura lo necesita, nuestros agricultores también.