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Miguel HGL

03/04/13

La acuicultura apuesta por lo ecológico como vía para ganar mercado y mejorar su imagen

Según los últimos datos sobre agricultura ecológica del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en España existen ocho explotaciones acuícolas con este régimen, repartidas entre Galicia, Andalucía, Castilla-La Mancha, La Rioja y Navarra, que en 2011 produjeron 875 toneladas de producto, creciendo un 56,65% respecto a 2009.

Para obtener el sello ecológico, las normas comunitarias exigen condiciones más estrictas sobre la pureza del agua, menor densidad de peces por explotación o una composición especial de los piensos que, por ejemplo, deben provenir de caladeros sostenibles y presentar una menor presencia de residuos. Las empresas españolas dedicadas a la acuicultura ecológica compran pienso de Escocia o de Bretaña (Francia), porque en España no hay fábricas dedicada a esa clase de sustento animal por falta de demanda. En Galicia, en 2012 hubo un “salto” de la producción ecológica y todavía se espera un bum en 2013, porque existen unas 80 bateas dedicadas a la cría de mejillón que han solicitado el reconocimiento como producto ecológico, según el secretario del Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica gallega (Craega), Javier García. La empresa familiar Portomuiños fue pionera en la oferta de algas ecológicas frescas, deshidratadas en conserva –no consideradas acuicultura, sino de recolección silvestre– y ahora tiene permisos para la producción de berberechos y almejas con ese distintivo verde en la ría de Anllóns (A Coruña). Su gerente, Rosa Miras, explica que aunque las algas se hayan apreciado más fuera de España, tras años de trabajo se han hecho hueco en tiendas gourmet o enotecas, y asegura que el reto de criar moluscos con ese sello estará también en conseguir un precio final competitivo. Naturix, firma ubicada en Guadalajara y ganadora del Premio Alimentos de España a la Producción Ecológica 2011, dirige buena parte de sus ventas a Madrid, aprovechando su proximidad geográfica –la cercanía entre el punto de origen y el de consumo es uno de los principios de la alimentación ecológica– y la especial concentración en la capital española de grupos de consumo de cológico. Tiene dos líneas de trabajo, una dedicada a comercializar productos transformados de lubina y dorada procedente de la empresa Culmarex (que trabaja en zonas como Murcia o Almería) y otra destinada a la obtención de trucha in situ, relacionada con un tipo de turismo para dar a conocer al público la acuicultura. Caviar de Ríofrío es otro ejemplo en el sector. Pionera en la obtención de caviar ecológico, certificó en 2012 unos 2.000 kilos con ese distintivo. Cría todas sus truchas y esturiones en régimen de acuicultura y ha comenzado a exportar a Rusia. “Los expertos rusos nos dicen que vendemos el caviar de antes, el natural que se comía cuando había del bueno”, sostiene su director, Alberto Domezain.