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Jorge GdO

22/09/13

La alimentación juega un papel fundamental y condicionante en la salud del ser humano

En ella se ha abordado la nutrición desde muchas vertientes científicas: la antropológica, la cerebral, la cardiovascular o la genética; de la mano de reconocidos expertos tanto dentro como fuera de nuestro país. “Esta visión tan ambiciosa -explica Carolina Muro, Responsable de la Unidad de Nutrición de FIAB- es necesaria, ya que que desde antes del nacimiento y a lo largo de la vida, la alimentación juega un importante papel para el desarrollo equilibrado y el mantenimiento de la salud del ser humano”.

Todos los participantes coincidieron en afirmar que la salud depende de muchos factores, ya que en ella influyen el entorno, los hábitos de vida, la alimentación, la predisposicón genética, la economía, la formación, etc.

El Dr. Andreu Palou, Catedrático y Director del LBNB (Laboratorio de Biología Molecular, Nutrición y Biotecnología). Universitat de les Illes Balears (UIB) & Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Obesidad y Nutrición (CIBERObn), explicó durante su ponencia “Health claims en alimentos: la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad” el status actual y los trabajos pendientes en la legislación en cuanto a declaraciones de salud, de las que afirmó que actualmente “los consumidores pueden confiar en la veracidad de los claims”. Además quiso recalcar que “en estos momentos tenemos uno de los niveles de seguridad alimentaria más elevada del planeta” y que “se puede confiar más en la información de nutrición y salud que se ofrece a la sociedad”, ya que, gracias a la ciencia, los mensajes nutricionales son más sólidos.

A continuación, José Enrique Campillo, Catedrático Emérito de Fisiología de la Universidad de Extremadura, compartió con los asistentes su preocupación ante el gran número de recomendaciones dietéticas que existen y a las que la población llega a dar credibilidad sin evidencia científica. Durante su exposición, comentó cómo el ser humano ha evolucionado y ha modificado su dieta en función a su entorno y nuevas necesidades.

Por su parte, el Dr. Saúl Martínez Horta, de la Unidad de Trastornos del Movimiento – Clínica Enfermedad de Huntington & Servicio de Neurología Hospital de la Santa Creu i Sant Pau del Instituto de Investigación Biomédica Sant Pau, ha explicado ciertos estudios que vinculan la alimentación con la “salud cerebral”, analizando en qué modo la primera puede ser neuroportectora. Entre los resultados obtenidos, cabe destacar la correlación existente entre la “adherencia” a la dieta mediterránea y un menor riesgo de deterioro cognitivo leve. Comentó, además, que en este campo queda mucho trabajo por hacer, ya que “debemos identificar hábitos alimentarios más cerebro-saludables, complementos alimentarios candidatos a actuar como neuroprotectores y diseñar ensayos clínicos para testar científicamente el efecto de dichos candidatos”. En este sentido, su organización trabaja con la compañía Gallina Blanca Star en impulsar la neuroinnovación y alimentación.

En esta necesidad de impulsar la innovación en este campo insistió también José Antonio Gutiérrez Fuertes, de la Fundación Lilly, que aseguró que la alimentación debería ser “objeto fundamental de atención desde el punto de vista de la investigación”. Así, reclamó un .papel preponderante a la ciencia en la formulación de políticas alimentarias, llamándola al servicio de la seguridad alimentaria

Aprovechó también para aseverar que la dieta española es una dieta saludable, que hay argumentos contrastados, y los hay científicos, en los que se afirma que nuestro país está entre los primeros de Europa en años de vida saludables. En este sentido, expuso, se encuentra el estudio Dieta y Riesgo de Enfermedades Cardiovasculares en España (DRECE), del que por el momento se se ha concluido que el cáncer es la primera causa de muerte en menores de 65 años, la ausencia de la dieta en el perfil de riesgo cardiovascular, y la estabilidad en la composición de la dieta en los últimos 20 años y en el perfil lipídico. Igualmente, se ha observado un mayor porcentaje en el índice de obesidad en jóvenes, una menor ingesta de kilocalorías y la existencia de diferencias evidentes entre las distintas regiones españolas.

José María Ordovás, Director del Laboratorio de Nutrición y Genética de la Universidad de Tufts (Boston), Director científico del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (IMDEA) e investigador del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) en España, fue el encargado de cerrar la jornada con su presentación “Nutrigenómica, hacia una nutrición personalizada”; en la que puso de manifiesto su preocupación ante la confusión creada pòr las múltiples afirmaciones sobre lo que es más o menos recomendable ingerir ya que, asegura, “lo que es óptimo para una persona no tiene por qué serlo para otra”. Por otro lado, explicó que la prevención de la obesidad debe iniciarse incluso desde el vientre materno, e insistió en la importancia de la aplicación de la nutrición personalizada dado el número de factores que condicionan la salud humana.