La Comisión enfrenta a los Estados miembros al abismo de recortes en la PAC

Unión de Uniones informa que, con vistas a la reunión de dirigentes de la UE que se celebrará el 23 de febrero de 2018, la Comisión Europea ha presentado hoy una Comunicación en la que se barajan diversas opciones en cuanto al futuro Marco Financiero Plurianual y sus consecuencias en las diferentes políticas de la Unión Europea y, entre ellas, la Política Agrícola Común.

Fecha: 15-Feb-2018

Tags: PAC 2018

Según el Presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, se debe debatir primero sobre la Europa que se quiere y a continuación los Estados miembros deberán poner recursos financieros en consonancia con sus ambiciones. Por ello lo que hace es enfrentar a los Estados miembros al abismo de sus decisiones, dejando claro que mantener la actual situación no es una opción válida de cara a los futuros debates.

La Comisión Europea ha establecido opciones -y sus consecuencias financieras- para un futuro presupuesto de la UE con el fin de cumplir eficientemente las prioridades para más allá de 2020. En su comunicación repasa estas prioridades: proteger las fronteras exteriores de la UE, apoyar una verdadera Unión Europea de Defensa, impulsar la transformación digital de Europa o hacer más eficientes las políticas agrícolas y de cohesión de la UE y especula con diferentes escenarios más o menos ambiciosos, haciendo una aproximación de lo que cada uno de ellos supone financieramente y las consecuencias de su adopción. Así, por ejemplo, el poner en marcha la mejora de la protección de las fronteras exteriores de la UE supondría entre 20.000 y 25.000 millones EUR a lo largo de siete años, y de hasta 150.000 millones si se implantara un sistema íntegro de gestión de las fronteras de la UE.

Cada una de las actuaciones que la Unión Europea considera una prioridad política (fronteras, Unión Europea de Defensa, el fomento de la movilidad de los jóvenes, el estímulo de la transformación digital en Europa, el impulso de la investigación y la innovación, fomento de una auténtica Unión Económica y Monetaria) habrá de recibir una financiación adecuada a los objetivos que se persigan.

Los escenarios para la PAC. ¿Qué nivel de ambición quieren los Estados miembros para una PAC eficiente?

Según expone el documento de la Comisión, en el marco 2014-2020, la Política Agrícola Común gasta unos 40.000 millones de euros en medidas de financiación del mercado, pagos directos a los agricultores y programas de desarrollo rural para promover la agricultura sostenible y las economías rurales. Los pagos directos representan alrededor del 70% de esta cantidad. Los programas de desarrollo rural apoyan la inversión, la capacitación y una producción agrícola más eficiente en el uso de los recursos, y actualmente suman alrededor de 10.000 millones de euros. Estos programas están cofinanciados por los Estados miembros.

A través de su política agrícola común, la Unión contribuye a abordar los problemas estructurales en las zonas rurales, como la falta de oportunidades de empleo atractivas o la escasez de capacidades. Crear nuevas cadenas de valor, como energía limpia y bioenergía, y ayudar a las áreas rurales a aprovechar su valor estético se encuentran entre los objetivos clave de la PAC.

La Comisión constata que se están llevando a cabo discusiones sobre cómo optimizar el uso de los pagos directos. Una sugerencia importante es reducir y focalizar mejor los pagos directos, en línea con los objetivos de la política. Reconoce el ejecutivo comunitario que, actualmente, el 80% de los pagos directos benefician al 20% de los agricultores.

También se están debatiendo soluciones para reducir las diferencias entre los Estados miembros en el ámbito del apoyo agrícola. Los cambios en el sistema de pagos directos podrían brindar la oportunidad de enfocar más los pagos a los resultados esperados, resultados desde el punto de vista de mantener la producción agrícola en regiones menos rentables o montañosas, concentrar los esfuerzos en las explotaciones pequeñas y medianas, en sistemas de producción sostenibles y basados en el uso racional de los recursos y una mejor coordinación con las medidas de desarrollo rural.

Escenario 1. Todo sigue igual.

Mantener los niveles de gasto en alrededor de 400.000 millones de euros (de los cuales 27.000 corresponden al Reino Unido) en el curso del próximo período de la Política Agrícola Común (representaría absorber alrededor del 37% del marco financiero plurianual actual) permitiría aumentar el apoyo, especialmente a pequeñas y medianas explotaciones, mediante una mejor selección, con efectos positivos sobre el desarrollo de las áreas rurales.

Escenario 2. Ajuste duro.

Una reducción del 30% del apoyo a la política agrícola común, supondría un recorte de unos 120.000 millones de euros en el próximo marco financiero plurianual, lo que representaría un recorte del 11% del total del marco financiero plurianual actual. Esta situación podría provocar una disminución de los ingresos agrícolas medios de más del 10% en varios Estados miembros y una disminución potencialmente más pronunciada de los ingresos en sectores específicos.

Escenario 3. Ajuste medio.

Una reducción del 15% del apoyo a la política agrícola común ascendería a unos 60.000 millones de euros menos en el próximo marco financiero plurianual, o alrededor del 5,5% de reducción del marco financiero plurianual actual. En este escenario, la reducción en el ingreso agrícola promedio sería más limitada, pero podría tener un impacto significativo en algunos sectores dependiendo de las elecciones realizadas.

Según la Comisión estos escenarios no pueden considerarse de forma aislada. Cualquier reducción en los pagos directos debería ir acompañada de una mejor focalización del presupuesto restante, por ejemplo, haciendo más hincapié en las pequeñas y medianas empresas.

A medida del santo… el traje.

Este es el paisaje que la Comisión presenta a los Estados miembros, que en este momento de los debates repiten como un mantra que quieren una PAC “fuerte y ambiciosa”. También está en esto de acuerdo la Comisión, subrayando que Una Política Agrícola Común modernizada debería apoyar la transición hacia un sector agrícola sostenible y el desarrollo de áreas rurales dinámicas. Debe garantizar el acceso a alimentos seguros, de calidad, asequibles, nutritivos y variados. Una Política Agrícola Común modernizada debe reforzar su valor añadido europeo al reflejar un mayor nivel de ambición en términos de medio ambiente y clima y al satisfacer las expectativas de los ciudadanos con respecto a su salud, el medio ambiente y el clima. Europa necesita un sector agrícola inteligente y resistente con un fuerte tejido socioeconómico en las zonas rurales. Muchos objetivos y muy importantes; el único inconveniente, viene a decirles la Comisión a los Estados miembros, es que tienen ustedes que pagarla. En lenguaje llano… a medida de como quieran ustedes el santo, preparen el traje.

Un acuerdo rápido

La Comisión Europea presentará su propuesta formal relativa al próximo presupuesto a largo plazo de la UE en los próximos meses y, como muy tarde, a principios de mayo de 2018. Mientras tanto, la Comisión seguirá recabando la opinión de las partes interesadas, también a través de consultas públicas sobre las prioridades de la UE que se anunciaron en enero de 2018. En cualquier caso, el Ejecutivo europeo considera esencial un acuerdo temprano, no sólo por motivos políticos, sino también por imperativos prácticos para no paralizar los proyectos financiados por la UE y para evitar las repercusiones negativas que podría tener un retraso para los ciudadanos y las empresas de toda la UE.