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Miguel Lorenzo

20/11/13

La Eurocámara da luz verde a la reforma de la Política Agrícola Común

El voto de la Eurocámara era el último paso importante que quedaba por dar en la negociación de la nueva política agraria, que se aplicará entre 2014 y 2020 (aunque el primer año será de transición entre la antigua y la nueva legislación).

No obstante, aún está pendiente la adopción formal de la reforma de la PAC, que se producirá en el Consejo de ministros de Agricultura que tendrá lugar el próximo 16 de diciembre, informó la presidencia de turno de la UE, que este semestre ejerce Lituania.

Los diputados apoyaron el paquete legislativo de la nueva política, al que a principios de año la Eurocámara había introducido más de 8.000 enmiendas.

En particular, respaldaron los informes sobre los pagos directos a los agricultores, la política de desarrollo rural, la organización de mercado único de los productos agrícolas y la gestión y control de la PAC.

Entre las principales novedades, la normativa incluye la desaparición progresiva de los criterios históricos para el reparto de las ayudas a productores, el impulso de las prácticas agrícolas ecológicas a través de los pagos directos y la introducción de la figura del "agricultor activo".

Los liberales europeos votaron en contra de las normas sobre la organización de mercado único, al considerar que las medidas incluidas suponen "una vuelta a las políticas intervencionistas que ya fracasaron en el pasado", explicaron en un comunicado.

Los socialistas de la Eurocámara valoraron especialmente que la futura legislación vaya a permitir una mayor transparencia sobre el reparto de los subsidios.

El socialista Luis Capoulas Santos, uno de los ponentes de la nueva normativa, destacó que la futura política "es más ecológica y justa que ninguna otra anterior", y que conseguirá reducir la burocracia.

Los diputados del PPE se mostraron satisfechos con la reforma respaldada que, según la delegación española del grupo, garantiza que España siga recibiendo prácticamente las mismas ayudas para los agricultores y ganaderos, pese al recorte de fondos para toda la UE.

Por su parte, los Verdes consideraron que la reforma aprobada es "injusta" y no va lo suficientemente lejos desde el punto de vista medioambiental.

"Los egoísmos nacionales y los intereses de los lobbys han primado sobre el interés general y la puesta en marcha de la soberanía alimentaria en Europa. Una vez más son los pequeños campesinos, la agricultura familiar, los consumidores y el medioambiente quienes lo van a pagar", denunció el diputado francés de los Verdes José Bové.

El diputado de Izquierda Unida, Willy Meyer, destacó, por su parte, el "contundente rechazo de la izquierda" a la reforma, al "no ser la PAC que la agricultura y ganadería necesita urgentemente y por suponer una lamentable oportunidad pérdida".

Por otro lado, el comisario europeo de Agricultura, el rumano Dacian Ciolos, confió en la rápida aprobación formal de la PAC por parte de los países.

Ciolos consideró que la nueva política "permitirá un mejor equilibrio entre agricultores, regiones y países", y subrayó que incidirá en particular en los productores jóvenes.

Además, explicó, "promoverá un sector competitivo en Europa, mediante el impulso de las organizaciones agrícolas, de la innovación y las inversiones".