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Miguel HGL

21/05/14

La producción pesquera y acuícola mundial ascendió a 158 millones de toneladas

La rápida expansión de la acuicultura, incluidas las actividades de los pequeños productores, es el motor de este crecimiento en la producción. El cultivo de peces encierra grandes posibilidades para responder a la creciente demanda de alimentos que se deriva del crecimiento demográfico, según el informe.

Al mismo tiempo, los océanos del planeta, si se gestionan de forma sostenible, tienen un papel importante en la creación de puestos de trabajo y para alimentar a la población mundial, según el informe de la FAO.

"La salud de nuestro planeta, así como nuestra propia salud y el futuro de la seguridad alimentaria, todo ello depende de cómo tratemos el mundo azul", aseguró el director general de la FAO, José Graziano da Silva. "Tenemos que asegurarnos de que el bienestar del medio ambiente es compatible con el bienestar humano, a fin de que la prosperidad sostenible a largo plazo sea una realidad para todos. Por esta razón, la FAO se ha comprometido a promover el ‘crecimiento azul’, que se basa en la gestión sostenible y responsable de los recursos acuáticos", añadió.

Este renovado interés en el denominado "mundo azul" se produce cuando la proporción de la producción pesquera utilizada por los seres humanos para alimentarse ha aumentado desde alrededor del 70 por ciento en la década de 1980 a un nivel récord de más del 85 por ciento (136 millones de toneladas) en 2012. Al mismo tiempo, el consumo per cápita de pescado se ha disparado de los 10 kilogramos en la década de 1960 a más de 19 en 2012.

El nuevo estudio de la FAO señala también que el pescado representa en la actualidad casi el 17% de la ingesta de proteínas de la población mundial, porcentaje que en algunos países costeros e insulares puede superar el 70%.

La Organización estima que la pesca y la acuicultura sostienen los medios de subsistencia de entre el 10 al 12% de la población mundial.

Desde 1990, el empleo en el sector ha crecido a un ritmo más rápido que la población mundial, y en 2012 dio empleo a unos 60 millones de personas dedicadas a la pesca de captura y a las actividades acuícolas. De ellas, un 84 por ciento trabajaban en Asia, seguida de África con alrededor del 10%.