"La forma de producir, procesar, transportar, consumir y gastar alimentos no es sostenible. Supone la degradación del medio ambiente; las tasas de obesidad en el ámbito sanitario son altas y, al mismo tiempo, la gente muere de hambre", comenta Goiuri Alberdi, Investigadora del proyecto.

La investigadora afirma que los análisis sugieren que tanto Norteamérica como Europa consumen como si habitasen múltiples planetas, "por lo tanto hay que hacer algo".

Alberdi afirma que Europa cuenta con dos millones y medio de camas hospitalarias, por lo que sirven unas dos millones y medio de comidas diarias. "La compra de alimentos, preparaciones, etc. para la elaboración de todas estas comidas puede influir mucho en el sistema alimentario actual, por lo que queremos hacer especial hincapié ahí", revela.

Para paliar este problema, el proyecto pretende crear "el primer sistema de indicadores dirigido al sistema sanitario en el sector de la alimentación".