Pretenden inyectar partículas en la atmósfera para proteger los cultivos

Un equipo de investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas (SEAS) de Harvard planteó inyectar partículas de calcita para mitigar los efectos del cambio climático, pero científicos de la Universidad de California, Berkeley, concluyen que ese “sombreado” tendría efectos secundarios graves.

Fecha: 14-Aug-2018

Fuente: Horto info

Muchos investigadores están estudiando fórmulas para aplicar la geo-ingeniería solar para conseguir rebajar los efectos del cambio climático en diversas facetas de la vida sobre la tierra, entre ellas la agricultura.

Investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas (SEAS) de Harvard, identificaron un aerosol para la geo-ingeniería solar que puede enfriar el planeta mientras que simultáneamente repara el daño al ozono, según revelaron en un artículo que se publicó en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.

Sin embargo, en un estudio publicado en la revista Nature por los científicos de la Universidad de California, Berkeley, Jonathan Proctor, candidato a doctorado de UC Berkeley en el Departamento de Economía Agrícola y de Recursos y Solomon Hsiang, coautor principal del estudio y profesor asociado de Política Pública de la UC Berkeley, concluyen que inyectar  partículas  en  la  atmósfera  para  enfriar  el  planeta  y  contrarrestar los efectos del cambio climático no haría nada para remediar el daño a los cultivos por el calentamiento global. Cualquier mejora en el rendimiento de temperaturas más bajas se vería anulada por una menor productividad debido a la reducción de la luz solar, afirman.

Jonathan  Proctor  afirma en un comunicado que "sombrear el planeta mantiene las cosas frescas, lo que ayuda a que los cultivos crezcan mejor. Pero las plantas también necesitan luz solar para crecer, por lo que bloquear la luz solar puede afectar el crecimiento. Para la agricultura, los impactos involuntarios de la geoingeniería solar son de igual magnitud que los beneficios".

Por su parte, Solomon Hsiang, explica que "el problema para descubrir las consecuencias de la geoingeniería solar es que no podemos hacer un experimento a escala planetaria sin desplegar realmente la tecnología. El avance aquí fue darnos cuenta de que podíamos aprender algo estudiando los efectos de erupciones volcánicas gigantes que la geoingeniería intenta copiar."