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Miguel Lorenzo

22/07/13

Productores de pollo dicen que la ley de la cadena alimentaria aliviará sus costes

La Ley de mejora de la cadena alimentaria aliviará los costes que soporta la industria del pollo, situación que ha llevado al cierre de granjas o a un menor volumen de producción, según asegura la Organización Interprofesional de Avicultura de Carne de Pollo (Propollo).

El secretario general de Propollo, Ángel Martín, indica durante una entrevista con Efeagro que "el gran problema" que tienen actualmente las empresas integradoras es que, desde hace siete años, vienen soportando elevados costes de producción, debido al incremento en el precio de los cereales, a lo que se ha unido una bajada de precios del producto final.

Aclara que los criadores, sin embargo, han seguido obteniendo rentabilidad, aunque algo más baja, ya que ellos tienen "un paraguas" que les "protege de las inclemencias de las subidas y bajadas de precios" en las lonjas.

Esto se debe a que las integradoras entregan tanto animales como alimentación a los ganaderos, que crían en sus instalaciones a los pollos y reciben una remuneración por ello.

Martín señala que esta situación cambiará en el futuro porque "seguramente" una parte de las rentas que percibe el ganadero avícola estarán vinculadas directamente a las fluctuaciones que se registren en las lonjas.

Martín valora la Ley de mejora de la cadena alimentaria, aprobada el 17 de julio en el Parlamento, y la ve como "una buena herramienta para buscar la rentabilidad de toda la cadena".

Según destaca, este asunto es "primordial ahora" en el sector de la carne de pollo para corregir las cuentas de explotación de las empresas integradoras que "han sufrido mucho" estos años.

Para conseguir una mayor estabilidad de los precios es primordial, según Propollo, que la agricultura y la ganadería se doten de una comisión específica del mercado de valores que vele por la transparencia de estos mercados.

"Vivimos en un mercado libre que se basa en el ajuste del precio en base a la oferta y la demanda. Eso, que parece fácil, hay que vigilarlo para que se cumpla porque, si no, acaba en burbujas" -como la inmobiliaria o la del cereal- que establece precios "absolutamente falsos".

Esa práctica, a su juicio, debe estar "penada" porque "se está engañando al mercado".

En cuanto a las ventas de carne de pollo, Martín apunta que, aunque el consumo per cápita se ha incrementado (14,76 kilos en 2012), la demanda total en España ha disminuido por un descenso del número potencial de consumidores porque la crisis ha provocado la vuelta de "entre 1 y 1,5 millón de personas" a sus países de origen.

"El consumo total ha bajado forzosamente porque, si hay menos población, se crían menos pollos y se seguirán criando menos", subraya.

Sobre comercio exterior, valora el comportamiento de las exportaciones de carne fresca a Portugal, Francia, Italia e incluso Reino Unido, que es el primer productor de la Unión Europea.

España es competitiva en el mercado de la carne de pollo por su calidad -con poca agua- y "es fuerte" en la exportación de animales vivos y huevos de incubar.

No obstante, afirma que "la inmensa mayoría" de la producción se consume en el mercado nacional.

Propollo trabaja ahora en la elaboración de un estudio sobre bienestar del pollo en el sacrificio, ya que la aplicación de la nueva normativa europea recoge una subida de la tensión eléctrica que se le suministra al animal para aturdirlo antes de sacrificarlo.

En opinión de Martín, con esta normativa los pollos "prácticamente mueren electrocutados" y eso "conlleva un problema porque no desangra como debiera y la canal no queda bien".

Por ello, presentarán este estudio en diciembre en Bruselas "para demostrar que con unos parámetros determinados, el animal no sufre y el resultado de la canal es bueno".

Finalmente, no quiere pasar por alto las crisis alimentarias que han afectado al sector, en su caso la gripe aviar.

Remarca que actualmente esto "está bastante controlado" y admite que "afectó gravemente a la avicultura mundial" porque, aunque se trataba de un "problema sanitario" no derivado del consumo de carne de pollo, "el miedo es libre e hizo que se hundiera el consumo".

El sector de la avicultura de carne, con una producción de más de 560 millones de pollos, 1,16 millones de toneladas de carne y una facturación de 2.498,3 millones de euros, genera 100.000 puestos de trabajo directos e indirectos.