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Eugenio DOP

21/07/14

Tecnología de defensa ante el apocalipsis apícola

Contra este apocalipsis apícola llevan luchando los expertos desde hace décadas, y ahora, investigadores de la Unidad de Apicultura del Departamento de Zoología del Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario ceiA3 de Córdoba han diseñado un nuevo sistema para controlar colmenas y entender cómo les afecta el cambio climático.

El encargado de este proyecto es José Manuel Flores, que lleva desde los años 80 inmerso en el mundo de la apicultura, a pesar de ser alérgico a la picadura de la abeja, y que en este tiempo ha visto como las investigaciones para frenar la despoblación iban dando poco a poco su fruto.

Flores ha explicado a Efe que los principales problemas a los que se enfrentan las abejas es que se las está utilizando de forma muy intensiva, con un alto nivel de exigencia, y dejándolas muy expuestas a los fitosanitarios, que son muy nocivos para ellas, a veces matándolas, y otras acortando su vida.

Frente a la acción del hombre, la fuerza de la naturaleza. Las abejas están hoy muy expuestas al cambio climático y los cambios de temperatura, muchas veces extremos, que las confunden y las dejan desorientadas e incapaces de discernir entre la primavera y el verano.

Finalmente, el tercer factor nocivo es el parásito Varroa, un ácaro que produce la varrosis, surgido en los años 80, y que es muy dañino porque expolia la hemolinfa (la sangre de las abejas), y les transmite otras enfermedades víricas, que hacen que la abeja muera mucho más rápido, y les impide trabajar como deben hacerlo.

Según Flores, la pérdida de abejas fluctúa en función del año y de las condiciones meteorológicas del mismo, pero se ha mantenido constante en los últimos años.

Fondos sanitarios para eliminar los parásitos

Para luchar contra ello, se ha estado trabajando con un sistema conocido como fondos sanitarios, que eliminan hasta el 60 por ciento de los parásitos pero dejan la colmena abierta a las condiciones meteorológicas.

Este escollo se ha salvado con este nuevo sistema ideado en Córdoba y que permite comprobar hasta que punto los fondos pueden afectar a la aparición de otras enfermedades, y estudiar como les afectan las condiciones ambientales.

Para explicar el funcionamiento del mismo, uno de sus diseñadores, Juan Luna, señala que se trata de un sistema de monitorización sencillo y de bajo coste, una placa base que integra un reloj en tiempo real, una unidad de almacenamiento y unos sensores diseñados de manera específica para esta aplicación.

El invento en cuestión ha sido desarrollado por el Grupo de Electrónica e Instrumentación Industrial, y de la parte técnica se ha encargado un alumno, Víctor Sánchez.

Se trata de un sistema electrónico, basado en la tecnología de hardware libre Arduino, y se ha diseñado inicialmente para controlar los cambios de temperatura y humedad en el interior de las colmenas y su relación con el exterior.

Esta información permitirá comprender por qué son cada vez más frecuentes las enfermedades en las abejas o cómo les puede estar afectando el cambio climático, con olas de calor y frío en épocas no habituales.

La idea propuesta por profesores y alumnos de ambos departamentos ya se encuentra a pleno rendimiento y generando datos de gran utilidad, aunque está previsto seguir complementando el sistema, añadiendo nuevos sensores terminales que permitan medir otras variables en las colmenas.

“Trabajamos una tercera versión que incorpore sensores para el pesaje de la colmena, y la contabilidad de abejas”, especifica Luna, que espera tener esta versión para el próximo curso.

Estas variables generarán una gran información sobre cómo afectan las condiciones ambientales a la actividad diaria o a la longevidad de las abejas, y así conocer un poco mejor las causas de la extinción de este insecto.

El premio a su supervivencia no amarga a nadie, puesto que es tan dulce como la miel.