Una PAC para la agricultura familiar

El debate abierto en la Unión Europea sobre la nueva reforma de la PAC 2021-2027 se analiza en este artículo desde el análisis de las propuestas básicas aprobadas por la Comisión Europea y las alternativas que aporta desde España la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) para conseguir que la PAC responda a las necesidades de la agricultura familiar, favorezca la cohesión socioeconómica en las zonas rurales, ayude a la sostenibilidad del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, y evite un mayor despoblamiento del medio rural.

Fecha: 23-Jul-2018

Fuente: UPA

Actualmente estamos, una vez más, en el comienzo del debate de otra reforma de la Política Agraria Común (PAC), esta vez, la que se aplicará en el período 2021/2027. El proceso se inició el 29 de noviembre con la presentación por parte de la Comisión Europea de la Comunicación “El futuro de la alimentación y la agricultura”. A partir de esa fecha han sido numerosos los posicionamientos de las diferentes Administraciones públicas (nacionales, autonómicas), y de las diversas organizaciones implicadas e interesadas (OPA, cooperativas, industrias, ONG, etc.), durante este tiempo también se han celebrado un elevado número de jornadas de análisis y debate por toda la geografía española.

Recientemente, el 1 de junio, la Comisión Europea presentó las propuestas reglamentarias de la PAC, y esto supone el inicio de un debate con mayor concreción en las instancias europeas competentes (Consejo Europeo de Ministros de Agricultura y Parlamento Europeo), que tendrán finalmente, y con participación de la Comisión Europea , el diseño de la futura PAC, que debería estar lista para su aplicación a partir de 2021, eso sí, con unas elecciones en el Parlamento Europeo en junio de 2019 que pueden provocar cierto parón y retraso en el proceso de debate y tramitación.

Pero antes de analizar qué puede suponer esta PAC para nuestra agricultura y los planteamientos que hacemos desde UPA, en especial para la agricultura familiar que apoyamos y defendemos, valoremos lo que supone la PAC para la agricultura y el medio rural en la UE y en España.

La agricultura y la ganadería son los sectores encargados de producir alimentos y materias primas, siendo claves y estratégicos para el desarrollo y sostenibilidad de cualquier sociedad.

El sector productor agrario europeo ostenta los estándares de seguridad, calidad, sostenibilidad y bienestar animal más exigentes del mundo. Sus productos son una garantía dentro y fuera de la UE, y llegan en variedad y en cantidad al consumidor a precios razonables. Actualmente, la PAC dedica un 30% de su presupuesto a medidas vinculadas con el medio ambiente, y aplica los más altos estándares a nivel mundial en seguridad alimentaria, calidad y respeto al bienestar animal.

También la PAC se preocupa del desarrollo rural con la participación directa en la estrategia y gestión de los Estados y de las regiones, así como de incentivar la innovación y el desarrollo económico para adaptarse a los retos de la sostenibilidad económica, medioambiental y social, y el progreso en las zonas rurales.

El coste presupuestario de la PAC en relación a su importancia estratégica es muy reducido, el 1% del gasto público total, y el 0,40% en relación a la renta nacional bruta de la UE. Que la PAC represente actualmente el 39% del presupuesto comunitario se debe a que es precisamente la única política de competencia exclusiva de la UE. Por otro lado, a pesar de las ampliaciones a más Estados miembros, su peso relativo y real en el presupuesto comunitario no ha hecho más que reducirse en los últimos 30 años, pasando de casi un 70 al 39% actual.

La UE afronta retos a nivel político, económico y medioambiental. La PAC resultará fundamental para dar una respuesta coherente y eficaz a nivel europeo y global.

La PAC debería seguir jugando un papel trascendental para reducir las diferencias de desarrollo entre Estados miembros y seguir avanzando en un mercado único cada vez más integrado que incorpore los aspectos fiscales, laborales y medioambientales. Solamente de esta manera conseguiremos un mercado justo e inclusivo, huyendo de la competencia desleal.

La PAC es una política clave desde el punto de vista económico, social y ambiental. Tiene que hacer frente a retos de carácter transversal, como ofrecer una renta justa a los agricultores, luchar contra el cambio climático, preservar los recursos naturales y mantener la calidad de vida en el medio rural. Para ello se necesita una PAC correctamente diseñada, con unos objetivos revisados que respondan a las demandas de los ciudadanos, a la magnitud de los retos mencionados y con un presupuesto adecuado.

Desde UPA consideramos que la PAC debe fomentar la producción sostenible de alimentos, generar actividad y cohesión socioeconómica en las zonas rurales, lograr la preservación del medio ambiente y contribuir a la lucha contra el cambio climático, así como frenar el despoblamiento del medio rural.

El presupuesto de la UE debe hacer frente a nuevos retos tales como inmigración, seguridad y defensa. Por otro lado, la salida del Reino Unido de la UE provocará una reducción neta del presupuesto de 13.000 millones de euros. Para hacer frente a estos retos el próximo Marco Financiero Plurianual debe romper con el techo del presupuesto comunitario del 1% de la RNB de la UE, y alcanzar el 1,3%, imprescindible para no poner en peligro las actuales políticas sobre agricultura y cohesión. Sin embargo, la propuesta de la Comisión propone un incremento del 1,114%, lo cual, aunque es valorado por UPA, se considera insuficiente para los objetivos pretendidos. Invertir recursos presupuestarios a través de la UE es aumentar su eficiencia e impacto para todos los Estados miembros.

La PAC permite que disfrutemos de los alimentos más sanos, más variados, más seguros y de más calidad del mundo. Y para que pueda seguir cumpliendo sus objetivos debe tener un presupuesto fuerte y unos objetivos claros. La PAC no es una política para los agricultores, sino para toda la sociedad.

Los agricultores y ganaderos españoles no pueden admitir el recorte que ha planteado la Comisión en su comunicación del 1 de mayo. UPA ha instado al Parlamento Europeo y al Consejo de la UE a oponerse a esta propuesta porque “menos PAC significa menos Europa”. La PAC es, desde su creación, uno de los pilares de la construcción europea. Sin embargo, ha ido perdiendo peso reforma tras reforma. Con esta última propuesta que acaba de conocerse, la PAC supondría apenas el 30% del presupuesto europeo, cuando en sus orígenes significaba casi el 70 %.

La propuesta quiere recortar también intensamente los llamados fondos de cohesión y los destinados al desarrollo rural, que son los que deben servir para frenar uno de los principales retos demográficos a los que se enfrenta Europa: el despoblamiento de las zonas rurales.
UPA quiere una Europa más sostenible, más respetuosa con el medio ambiente, con una economía fuerte y diversificada. Reducir el presupuesto de la PAC no parece el mejor camino para alcanzar estos objetivos. Este recorte perjudicaría especialmente a los pequeños y medianos agricultores y ganaderos, haciéndoles más vulnerables frente a las grandes corporaciones. Por ello UPA reclama el mantenimiento de una PAC fuerte con un presupuesto sólido.

Resulta obligado oponerse a las reducciones presupuestarias propuestas, especialmente en lo relativo a la política de desarrollo rural. España debe posicionarse claramente en un aumento de la aportación al presupuesto comunitario si realmente se quiere financiar la futura PAC, compensar la pérdida presupuestaria que causará la salida del Reino Unido de la UE, así como afrontar los crecientes retos y las prioridades de la UE (seguridad, innovación, refugiados…).

Una PAC fuerte debe generar actividad y cohesión socioeconómica en las zonas rurales y ayudar a la sostenibilidad del medio ambiente en el medio rural y a la lucha contra el cambio climático, así como evitar un mayor despoblamiento del medio rural.