Valorización de descartes y reciclaje de basuras marinas, oportunidades para el sector de la pesca en Bioeconomía

Javier Garat, elegido por la Comisión Europea para representar al sector pesquero europeo en el Panel de Expertos de Bioeconomía de la UE durante los próximos 4 años

Bruselas, 17 de junio de 2016.- El sector pesquero es, junto con la agricultura, la silvicultura, la producción de alimentos y papel, y parte de las industrias química, energética y biotecnológica, uno de los sectores objeto de la Estrategia en Bioeconomía de la UE, que ya mueve un volumen de negocio cercano a los 2.000 millones de euros en Europa y da empleo a más de 22 millones de personas, el 9% del total de la UE. Se estima, además, que por cada euro invertido en I+D+i en esta disciplina se generarán 10 euros de valor añadido en 2025.

Asimismo, la UE prevé que la investigación asociada a la Estrategia de Bioeconomía en el Programa Horizonte 2020 genere, alrededor de 130.000 puestos de trabajo en 2025 y que para esa misma fecha el mercado alcance los 45.000 millones de euros.

Hoy se ha celebrado en Bruselas la 5ª Reunión del Panel de Expertos de la UE en Bioeconomía, creado dentro de la Estrategia en Bioeconomía de la Unión Europea, para facilitar la interacción entre los diferentes sectores, áreas políticas y actores implicados en el desarrollo de una economía que concilie el uso sostenible de los recursos biológicos y su transformación innovadora y con garantía de protección de la biodiversidad y el medio ambiente. Javier Garat, presidente de Europêche y secretario general de CEPESCA, ha sido recientemente elegido por la Comisión Europea para formar parte de este renovado panel en representación del sector pesquero europeo.

Según la Estrategia Española de Bioeconomía, “la bioeconomía es el conjunto de las actividades económicas que obtienen productos y servicios, generando valor económico, utilizando, como elementos fundamentales los recursos de origen biológico, de manera eficiente y sostenible. Su objetivo es la producción y comercialización de alimentos, así como productos forestales, bioproductos y bioenergía, obtenidos mediante transformaciones físicas, químicas, bioquímicas o biológicas de la materia orgánica no destinada al consumo humano o animal y que impliquen procesos respetuosos con el medio, así como el desarrollo de los entornos rurales”.

El papel del sector pesquero en la bioeconomía es notable al gestionar un recurso biológico renovable de alto valor nutritivo y que exige prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. A este respecto y según Javier Garat, “España es un país con un alto potencial en bioeconomía en todas sus vertientes y, muy especialmente, en el ámbito de la pesca; de hecho, el sector pesquero español es líder en Europa en cuanto a producción y capacidad de sus buques, además de suponer, con 36.000 empleos directos, el 30% del empleo del sector pesquero europeo”.

“Trabajando en colaboración con los científicos y centros universitarios, el sector pesquero tiene que sacar el máximo provecho posible de las especies que la nueva política pesquera de la UE nos obliga a desembarcar y que no pueden destinarse a consumo humano, así como”, -prosigue Garat-, “de las basuras marinas que diariamente se recogen del fondo de los mares por parte de nuestros buques, especialmente los arrastreros, con el fin de reciclarlas de forma sostenible y darle el mejor uso posible. De esta manera, contribuiremos a crear nuevas fuentes de biomasa generadoras de bioeconomía sostenible.”

La Estrategia Española de Bioeconomía ya menciona que “en el ámbito de la pesca, acuicultura y explotación de recursos marinos, la actividad pesquera también va a venir condicionada por un mejor conocimiento de la biología y de los ecosistemas marinos, estableciendo estrategias de gestión sostenible adaptadas a la evolución de los conocimientos científicos y a la utilización integral de los recursos marinos para la obtención de bioproductos y algas, en línea con el blue growth propuesto por la Comisión Europea”.

Manifiesto de Bioeconomía

Durante la reunión del Panel de Bioeconomía, representantes de la presidencia holandesa de la UE han presentado un Manifiesto en el que se recogen las conclusiones, oportunidades y retos expresados por las diferentes partes involucradas -empresas, ONG, administraciones y asociaciones-, en la Conferencia de Agentes de la Bioeconomía que tuvo lugar el pasado abril en Utrech.

Todos los agentes consideran que la transición a una bioeconomía sostenible y circular es inevitable y debe conducir al fin de la era de los combustibles fósiles. De acuerdo con este Manifiesto, el desarrollo de la bioeconomía es la respuesta a algunos de los principales retos de la sociedad actual y debe contribuir a la sostenibilidad en términos de empleo e inclusión, protección de la biodiversidad y equilibrio ecológico, así como a la eficiencia y competitividad en el uso de los recursos, además de a alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU.

En este sentido, los firmantes del Manifiesto demandan que la UE lidere e impulse el desarrollo de una bioeconomía sostenible y proponen una inversión de al menos cinco millones de euros anuales durante el período 2017-2025 en el marco de un programa europeo de apoyo a la I+D+i. Esta cantidad, señala el documento, supone una modesta fracción del montante de 5.300 millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional destinó al subsidio de los combustibles fósiles en 2015.