Tomas Garcia Azcarate · May 11, 2016 - 11:15
Esta es una de las cosas incomprehensibles de esta negociación: el intentar convencernos de que un acuerdo es posible a corto plazo.
Los hechos son los siguientes:
2016 es año electoral en los Estados Unidos. Las diferencias entre las partes siendo tan importantes (como ha revelado la filtración de GreenPeace), ningún gobierno americano puede en estos últimos meses cerrar la negociación. En cuanto a Europa, no está el horno para estos bollos.
En el 2017 entrará una nueva administración americana. Si miramos el calendario europeo, tampoco es para entusiasmarse: España, Francia, Alemania, el Reino Unido...
El acuerdo tiene luego que ser ratificado por el Consejo y el Parlamento Europeo y, me sospecho por los temas cubiertos que desbordan las competencias transferidas a la Unión, los 28 parlamentos nacionales.
Estamos todavía muy lejos de un acuerdo equilibrado y aceptable para todos. Las cosas tienen que madurar. Las cosas de palacio van despacio-