Javier López · Mar 25, 2015 - 16:43
El consumidor debe estar tranquilo, porque en no se cuestiona la seguridad alimentaria; evidentemente, tan seguro debe ser el producto para el consumidor en USA como en la UE.
Lo que tratamos de reflejar es la enorme hipocresía de la Unión Europea, que condiciona su modo de producir a nivel interno, pero que no es congruente con las importaciones procedentes de terceros países.
A veces, tenemos la tentación de pensar que nuestros políticos se sentirían mucho más cómodos limitando la producción comunitaria y favoreciendo las importaciones de productos de origen animal para, en contrapartida, poder exportar otra serie de productos elaborados en la UE. Sin embargo, debemos alertar que con las cosas de comer no se juega y si nos cargamos la producción europea, al final nuestra seguridad alimentaria dependerá de las decisiones de terceros países y esto puede ser muy grave.