Rafael Del Rey · Sep 22, 2015 - 14:59
Efectivamente, da la sensación de que las nuevas normas sobre plazos de pago (o más bien, las sanciones por su incumplimiento)no son la panacea para el sector, sobre todo cuando se exigen unos cumplimientos hacia la producción, pero no se favorecen mejores relaciones con la distribución. Y efectivamente, los contratos y relaciones a medio y largo plazo es algo que deberíamos estimular porque aporta seguridad tanto al productor como a la bodega, que necesita saber con que uvas y vinos va a contar. Cuanto mas alto sea el segmento del mercado en el que nos movemos, mas necesario es asegurar estar relaciones a medio plazo. Sin embargo, en los segmentos mas económicos es donde el factor precio y las variaciones mes a mes mas pueden afectar a las ventas y, por lo tanto, donde las relaciones a medio plazo resultan mas difíciles. El viticultor quiere precio, pero no solo para un año, sino que sea bueno a lo largo de periodos largos de tiempo y estoy seguro de que pueden llegarse a acuerdos particulares con clientes para ofrecer las calidades que se necesitan y en las condiciones que pueden merecer la pena.