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María Martín

12/02/15

Cinco grandes avances de la biotecnología agrícola

1. Tolerancia a la sequía

La sequía es una amenaza enorme para la productividad agrícola. Con las temperaturas en aumento y lluvias limitadas, muchos agricultores han visto a sus cultivos marchitarse. El problema se está volviendo peor a medida que el cambio climático amenaza con alargar e intensificar las sequías. Afortunadamente, la biotecnología puede ayudar a los agricultores a sobrellevar estas dificultades. En el 2013, agricultores plantaron exitosamente el primer maíz biotecnológico tolerante a la sequía en el ‘Cinturón de Maíz’, una región del medio oeste de EEUU. Los científicos están trabajando ahora para hacer que esta tecnología esté disponible para agricultores en todo el mundo. En África, donde más de 300 millones de personas dependen del maíz como su principal fuente de alimento, el proyecto público/privado ‘Maíz Eficiente hídricamente para África’ ha dado pasos significativos para llevar la tecnología de tolerancia a la sequía a África oriental. Esperan plantar el maíz biotecnológico en 2017, y de acuerdo a un estudio del Instituto de Investigación de Políticas Alimentarias estimó que este maíz podría elevar los rendimientos en un 17% en esta zona durante sequías severas en 2050.

2. Resistencia a enfermedades

Descubrir genes que puedan permitir la resistencia a organismos catastróficos como hongos, bacterias, nematodos y otros patógenos, puede salvar industrias agrícolas completas de la devastación. En Hawái, por ejemplo, la papaya biotecnológica resistente a enfermedades ha sido cultivada desde 1998 y fue clave en superar el virus letal de la mancha del anillo en papayas, que amenazaba con erradicar la producción en el estado. Esta tecnología salvó a la industria Hawaiana de la papaya y ha motivado al desarrollo de otras variedades de cultivos resistentes a enfermedades, como árboles frutales resistentes al virus plum pox. En el futuro, otros rasgos de resistencia a enfermedades podrían salvar a la industria global del jugo de naranja del enverdecimiento de los cítricos e incluso revivir al árbol de la castaña americana.

3. Tolerancia a herbicidas

Con los cultivos biotecnológicos tolerantes a herbicidas, los agricultores tienen una herramienta poderosa para combatir a las malezas. Estos cultivos les proporcionan la flexibilidad para escoger herbicidas con características ambientales de su preferencia y aplicarlos sólo cuando los necesiten, también son un apoyo para los métodos de cultivo directos (sin labranza), que reducen la huella ecológica de la agricultura al ayudar a preservar los suelos -un recurso vital para los agricultores- además de reducir las emisiones de dióxido de carbono. Los cultivos tolerantes a herbicidas se han venido cultivando desde 1996, y hoy los agricultores pueden cultivar variedades de maíz, soya, algodón y canola que contienen esta útil tecnología.

4. Resistencia a plagas

La posibilidad de producir cultivos con una resistencia incorporada a insectos ha ayudado a agricultores de todo el mundo a evitar pérdidas significativas. Variedades de maíz, por ejemplo, han sido modificadas para contener una proteína insecticida de un microorganismo del suelo (Bacillus thuringiensis) que proporciona a las plantas protección contra los gusanos barrenadores del maíz. agriculturers.com. También hay variedades resistentes a plagas de soya y algodón, y en 2014, Bangladesh se convirtió en el primer país en el mundo en aprobar la plantación comercial de berenjena resistente a insectos. Los investigadores han estimado que si la berenjena Bt fuera llevada a otros países como India, podría incrementar los rendimientos en un 37% y reducir la aplicación de insecticidas, ahorrándole a los agricultores tiempo y dinero.

5. Calidad nutricional mejorada

Los científicos están usando la biotecnología para desarrollar aceites de cocina más saludables, como aceites de canola y soya altamente oleicos, que eliminan las grasas trans, incrementan el omega-3 y finalmente ayudan a reducir el riesgo de ataques vasculares. También hay un alto potencial para países en vías de desarrollo. Los alimentos biotecnológicos con contenido nutricional mejorado podrían proporcionar nutrientes esenciales a los niños, especialmente durante los primeros 1000 días de vida que son críticos para su desarrollo, transformando así la vida de millones. Por ejemplo, una nueva variedad de arroz podría ayudar a reducir el impacto de la deficiencia de vitamina A, que es responsable de más de 500.000 casos de ceguera irreversible y hasta dos millones de muertes cada año. El arroz dorado está fortificado con beta-caroteno, un compuesto que el cuerpo usa para producir vitamina A.