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María Martín

31/05/15

Los científicos encuentran un modo de crear fruta extragrande

Los investigadores que están tratando de comprender la base genética de este aumento han descubierto una forma de que otros frutos alcancen también un mayor tamaño. El equipo ha desentrañado este secreto estudiando dos variedades mutantes de tomate que tenían muchas ramas que salían de la parte superior del tallo y que producían fruta especialmente fértil. El tamaño de la fruta y otras características de la planta dependen de lo que ocurre en la parte más superior del tallo, un tejido vegetal llamado meristemo.

En él, las células no especializadas llamadas células troncales, se dividen para multiplicarse o especializarse en partes concretas de la planta, como los carpelos, los órganos florales que componen los compartimientos de las semillas. Los tomates silvestres tienen dos; los Beefsteak, ocho o más. Los científicos han descubierto que existe un bucle de realimentación que incluye dos genes, uno para estimular la producción de células troncales y otro para mantener la producción bajo control.

Si falta de este último, un gen llamado CLAVATA3, provoca que los Beefsteak engorden, según informa el equipo en Nature Genetics. La proteína de este gen requiere una cadena de tres moléculas de azúcar para su correcto funcionamiento, y si esa cadena se acorta, se producen frutos todavía mayores, aseguran los científicos. Dado que este bucle de realimentación existe en la mayoría de las plantas, el equipo sospecha que los mejoradores vegetales pueden manipularlo para mejorar los cultivos e incluso aumentar el número de semillas en una mazorca de maíz.