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Miguel HGL

25/05/15

Récord de capturas de atún rojo en las almadrabas del Golfo de Cádiz

Transcurridos tan solo 20 días de actividad —en los que también ha habido, como es habitual, días de pesca perdidos por malas condiciones meteorológicas— en el caso de las tres almadrabas de la Organización de Productores de 51 – OPP51 (Lances de Tarifa, Punta Atalaya y Cabo Plata) llevan consumida más de la mitad de su cuota en las tradicionales operaciones de levantada y sacrificio, según datos del Ministerio.

Aún más espectaculares son los datos de la almadraba de Ensenada de Barbate que este año lleva capturada y enjaulada más del 90% de su cuota en este momento y están únicamente a la espera de una jornada de buen tiempo, dependiente del viento reinante, para poder finalizar su actividad. En la campaña de 2014, disponiendo de menos de la mitad de cuota que en el presente 2015, esta almadraba realizó la última operación de pesca el 9 de junio, batiendo también en ese momento el récord de finalización de la campaña respecto a las tres campañas anteriores.

La diferencia entre la actividad de esta almadraba y las de la OPP51 radica en el destino del atún, ya que en el caso de Barbate casi la totalidad de las capturas se engordan durante los meses de verano para su posterior sacrificio y destino al mercado japonés como producto engordado y ultracongelado, muy apreciado en ese mercado por su alto contenido en grasa. Sólo una parte muy pequeña de las capturas hasta la fecha han sido sacrificadas, destinándose la mayoría de ellas a la exportación en fresco también al mercado japonés.

El Ministerio ha confirmado que en este momento ya se encuentran en los compartimentos iniciales de las mismas los ejemplares de atún rojo suficientes para agotar las cuotas asignadas. Están pendientes únicamente de poder ser sacrificados en el caso de las almadrabas de la OPP51, y transferidos a las piscinas de engorde en el caso de Barbate, cuando las condiciones meteorológicas permitan el trabajo de los buques y personal de las almadrabas.

La pesca más controlada

La pesquería del atún rojo es la más controlada del mundo, con requisitos especiales de trazabilidad de los productos, mediante un documento de capturas conocido como DCA. Las obligaciones de control se derivan de las normas internacionales de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT por sus siglas en inglés) y de la Unión Europea, establecidas en un Programa Específico de Control e Inspección para todos los Estados miembros y un Plan de Despliegue Conjunto asociado, que coordina la Agencia Europea de Control de la Pesca.

Dentro de estas medidas destacan las disposiciones de control para las operaciones de enjaulamiento desde la almadraba de Barbate a las piscinas de engorde anexas a ella. Estas se llevan a cabo bajo el más estricto y obligado control establecido por las normas, que disponen el contaje del número de individuos transferidos y su peso. Este control se basa en la grabación submarina simultánea de vídeo convencional y con cámaras esteroscópicas, y en la presencia ineludible de los inspectores de pesca y observadores internacionales.

Si este operativo —que requiere un esfuerzo enorme posterior de verificación por parte de los servicios de inspección pesquera— no permite el control establecido y necesario de peso del lote transferido, este atún ya capturado y enjaulado necesitará ser sometido a un control adicional similar dentro de la granja, con una transferencia adicional entre piscinas de engorde. De no ser así, esto supone un grave incumplimiento de la normativa comunitaria e internacional vigente.