Mañana, 20 de noviembre, se celebra en Madrid el V Foro Porcino Internacional, organizado por la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (INTERPORC), en el que expertos nacionales e internacionales van a abordar retos de futuro de un sector estratégico para la economía española, ya que su cifra de negocio supera los 15.000 millones de euros y da empleo de forma directa a 300.000 personas en España.
Entre esos retos está el de la comunicación, y entre ellos, especialmente, el de trazar estrategias para comunicar en positivo. El sector porcino, el cárnico en general, cuenta fundamentalmente con dos flancos en los que debe librar la batalla de la comunicación: la de sector y la de producto. Para afrontarlas con éxito hace falta implementar estrategias diferentes pero complementarias.
Por lo que respecta a la comunicación sobre la labor del sector, me temo que se ha permitido durante décadas que colectivos contrarios a la actividad difundan argumentos que poco tienen que ver con la realidad pero que han ido haciendo fortuna en algunos medios de comunicación y grupos de la sociedad. Frente a ello la reacción habitual del sector ha sido el silencio o la comunicación táctica y a la defensiva. Es decir, en lugar de hacer partícipe a la sociedad de los avances en sostenibilidad, bienestar animal o innovación o de repetir una y mil veces lo que aporta cada una de las empresas a la comunidad local en la que se asienta, nos hemos limitado a responder a los ataques, y a veces ni a eso.
Llega el momento de que el sector hable en positivo a la sociedad. Contar una y otra vez las ventajas que aporta una granja o una fábrica a la economía local, lo respetuosa que es con el medio ambiente. Y abrirlas si tiene que hacerlo. Dejar de responder con un ‘eso es falso’ para anticiparse y contar la realidad. Y cuando falle reconocerlo y hacerlo mejor la próxima vez.
En cuanto a la parte de producto, la carne tiene también en contra colectivos veganos y animalistas, a lo que se suman la pervivencia de algunos falsos mitos sobre los productos del cerdo y la tendencia de la sociedad hacia un consumo de alimentos saludables y con menos grasas. Con respecto a los que se oponen al consumo de carne ocurre como con los contrarios a la actividad ganadera: hay que ser conscientes de que no se les va a convencer y de que no buscan un debate constructivo, sino polémicas estériles. Por ello hay que intentar hablar en positivo a la sociedad en lugar de limitarse a reaccionar a la defensiva. En cuanto a los falsos mitos y las tendencias saludables, afortunadamente la industria cárnica española es responsable y apoya la alimentación equilibrada. Tiene que seguir trabajando con la comunidad científica en dos aspectos: la difusión de los valores nutricionales de los productos del cerdo para que los consumidores sepan qué es cierto y qué no (falsos mitos) y en impulsar la investigación sobre las características de los productos del cerdo.
En resumen, ante los ataques que recibe tanto el sector como el producto es preciso cambiar el enfoque para comunicar de forma proactiva, continuada en el tiempo, en positivo y siempre tratando de sostener nuestros argumentos con base científica. Para ello es fundamental que cada empresa y organización cuenten con una buena estrategia. Que se unan fuerzas. Que cada uno, defendiendo lo suyo, aporte a todos.
Mañana, 20 de noviembre, se celebra en Madrid el V Foro Porcino Internacional, organizado por la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (INTERPORC), en el que expertos nacionales e internacionales van a abordar retos de futuro de un sector estratégico para la economía española, ya que su cifra de negocio supera los 15.000 millones de euros y da empleo de forma directa a 300.000 personas en España.
Entre esos retos está el de la comunicación, y entre ellos, especialmente, el de trazar estrategias para comunicar en positivo. El sector porcino, el cárnico en general, cuenta fundamentalmente con dos flancos en los que debe librar la batalla de la comunicación: la de sector y la de producto. Para afrontarlas con éxito hace falta implementar estrategias diferentes pero complementarias.
Por lo que respecta a la comunicación sobre la labor del sector, me temo que se ha permitido durante décadas que colectivos contrarios a la actividad difundan argumentos que poco tienen que ver con la realidad pero que han ido haciendo fortuna en algunos medios de comunicación y grupos de la sociedad. Frente a ello la reacción habitual del sector ha sido el silencio o la comunicación táctica y a la defensiva. Es decir, en lugar de hacer partícipe a la sociedad de los avances en sostenibilidad, bienestar animal o innovación o de repetir una y mil veces lo que aporta cada una de las empresas a la comunidad local en la que se asienta, nos hemos limitado a responder a los ataques, y a veces ni a eso.
Llega el momento de que el sector hable en positivo a la sociedad. Contar una y otra vez las ventajas que aporta una granja o una fábrica a la economía local, lo respetuosa que es con el medio ambiente. Y abrirlas si tiene que hacerlo. Dejar de responder con un ‘eso es falso’ para anticiparse y contar la realidad. Y cuando falle reconocerlo y hacerlo mejor la próxima vez.
En cuanto a la parte de producto, la carne tiene también en contra colectivos veganos y animalistas, a lo que se suman la pervivencia de algunos falsos mitos sobre los productos del cerdo y la tendencia de la sociedad hacia un consumo de alimentos saludables y con menos grasas. Con respecto a los que se oponen al consumo de carne ocurre como con los contrarios a la actividad ganadera: hay que ser conscientes de que no se les va a convencer y de que no buscan un debate constructivo, sino polémicas estériles. Por ello hay que intentar hablar en positivo a la sociedad en lugar de limitarse a reaccionar a la defensiva. En cuanto a los falsos mitos y las tendencias saludables, afortunadamente la industria cárnica española es responsable y apoya la alimentación equilibrada. Tiene que seguir trabajando con la comunidad científica en dos aspectos: la difusión de los valores nutricionales de los productos del cerdo para que los consumidores sepan qué es cierto y qué no (falsos mitos) y en impulsar la investigación sobre las características de los productos del cerdo.
En resumen, ante los ataques que recibe tanto el sector como el producto es preciso cambiar el enfoque para comunicar de forma proactiva, continuada en el tiempo, en positivo y siempre tratando de sostener nuestros argumentos con base científica. Para ello es fundamental que cada empresa y organización cuenten con una buena estrategia. Que se unan fuerzas. Que cada uno, defendiendo lo suyo, aporte a todos.