El boquerón, junto con el jurel y la sardina, es uno de los pescados azules más demandado, popular y consumido en España. 

 

Es un pez fácilmente identificable por su tamaño pequeño, su cuerpo de forma comprimida, su vientre de color plateado y su lomo de color azul, más bien negruzco, además en su boca sobresalen unos dientecillos diminutos.

 

Recordemos que, los pescados azules deben su nombre a la coloración azulada de su capa externa. 

 

¿Sabías qué…?  

 

Anchoa y boquerón SI son lo mismo. 

 

Tras el tratamiento en salazón del boquerón damos lugar a lo que conocemos como anchoa. 

 

Así es, y es que aunque veamos de color y sabor diferente a la anchoa del boquerón, no podemos creer que es el mismo pescado tratado de una manera diferente, por eso al gusto, al olfato y la vista les podemos engañar, pero les estamos dando la misma especie y por tanto las mismas vitaminas.

 

Respecto al aporte de vitaminas, destacan los solubles en grasa (A y D) y un alto contenido en B12. Y también posee vitamina E, que ejerce un efecto antioxidante. Su consumo se recomienda por sus propiedades nutritivas, especialmente en las personas con riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

 

 

¿Cuándo es una buena época para comerlos?

 

En los meses de primavera y verano, pues es cuando el sol calienta la superficie de las aguas del mar, y nuestros bancos de boquerones ascienden a las capas más superficiales para alimentarse y reproducirse. Y es ahí donde han adquirido el nivel más alto de grasa y su carne es más aromática y sabrosa, por lo que los pescadores llevan a cabo su captura y comienza lo que se conoce con el nombre de “la costera de la anchoa o del bocarte”. 

 

Se captura fundamentalmente con artes de cerco durante la noche, especialmente entre los meses de abril y julio en la costa cantábrica española y durante julio y agosto en el Mediterráneo. 

 

 

El boquerón es una especie que abunda en los Océanos Pacífico y Atlántico y también en el mar Mediterráneo y Negro, donde vive a más de 100 metros de profundidad durante el duro invierno, pero luego en esos meses, como ya hemos dicho, sube a la parte superficial.

 

Un pez clásico que NO admite bien la congelación:

 

Su época se remonta a la época de los romanos que ya conocían las salazones y encurtidos. Al ser un pescado graso no admite bien la congelación. Pero hay muchas variedades para cocinar y poder saborear este pescado. Boquerón en vinagre, rebozado, a la plancha, a la brasa, en salazón como anchoa…. ¿y tú, cuál prefieres?