Las profesiones agrarias en España, especialmente después del confinamiento, gozan de una buena reputación por parte de la población, aunque un tercio admite no saber nada sobre política agraria, y sigue teniendo una serie de prejuicios negativos, relacionados sobre todo con su nivel cultural y su éxito en el plano económico-laboral.
Las profesiones agrarias en España, especialmente después del confinamiento, gozan de una buena reputación por parte de la población, aunque un tercio admite no saber nada sobre política agraria, y sigue teniendo una serie de prejuicios negativos, relacionados sobre todo con su nivel cultural y su éxito en el plano económico-laboral.