La superficie de bacterias, virus y parásitos está recubierta por carbohidratos. Estos carbohidratos pueden ser detectados por receptores del hospedador, activando mecanismos de defensa. Por otro lado, muchos patógenos tienen unas moléculas denominadas adhesinas que se unen a carbohidratos presentes en la superficie de las células que infectan.
La superficie de bacterias, virus y parásitos está recubierta por carbohidratos. Estos carbohidratos pueden ser detectados por receptores del hospedador, activando mecanismos de defensa. Por otro lado, muchos patógenos tienen unas moléculas denominadas adhesinas que se unen a carbohidratos presentes en la superficie de las células que infectan.