El prorotipo de programador automático ha funcionado de forma autónoma durante los dos años de prueba en campo y ha reducido a la mínima expresión el tiempo y los conocimientos que el agricultor debe dedicar a la tarea de programar y ejecutar el riego.
Las programaciones automáticas (Tl y T2) ensayadas con el auroprogramador permitieron obtener la misma producción de maíz con menos agua de riego.
La programación automática sencilla, Tl, consiguió reducir en torno a un 9% el agua de riego (y de todos los gastos derivados de su aplicación) respecto a la que se aplica con una buena programación manual, sin que la producción se viera resentida.
La programación automática avanzada, T2, consiguió reducir hasta un 15% el agua de riego aplicada, sin diferencias estadísticas en la producción.