La pesca marítima y continental, junto con la acuicultura, proporcionan alimentos, nutrición y son una fuente de ingresos para unos 820 millones de personas en todo el mundo, mediante su recolección, procesamiento, comercialización y distribución. Para muchos forma también parte de su identidad cultural tradicional.
La lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) ha dado un gran paso adelante con la aprobación hoy de un conjunto de directrices internacionales que otorgan a los Estados mayor responsabilidad sobre las actividades de los buques pesqueros que enarbolan su pabellón.