El brexit ha permitido al Reino Unido lo que ya intentó cuando estaba dentro de la Unión Europea: exigir mayores controles fitosanitarios por la Xylella en la importación de plantas y blindarse ante el riesgo de introducción de la Xylella. Por eso, el 4 de marzo, entraron en vigor nuevas medidas que afectan al comercio de especies sensibles a la bacteria.
Es absolutamente necesario que la UE abra una nueva línea en la próxima PAC para indemnizar estos arranques cuyo origen y causa están más en un escaso e ineficiente control de las autoridades comunitarias que del propio agricultor que es el sufridor, el que soporta la carga del destino
El brexit ha permitido al Reino Unido lo que ya intentó cuando estaba dentro de la Unión Europea: exigir mayores controles fitosanitarios por la Xylella en la importación de plantas y blindarse ante el riesgo de introducción de la Xylella. Por eso, el 4 de marzo, entraron en vigor nuevas medidas que afectan al comercio de especies sensibles a la bacteria.