Son los resultados de un proyecto de investigación internacional que está diseñando cultivos que hagan la fotosíntesis de manera más eficiente para aumentar de forma sostenible la productividad alimentaria mundial, apoyado por la Fundación Bill y Melinda Gates, la Fundación para la Investigación de Alimentos y Agricultura y el Departamento de Desarrollo Internacional del Gobierno del Reino Unido.
Diversos estudios ya habían demostrado que plantas genéticamente modificadas para producir proteínas de la bacteria Bacillus thuringiensis (Bt) que las protegen de plagas de insectos dañinos, apenas afectan al resto de estos pequeños animales.
La Comisión autorizó tres cultivos modificados genéticamente y renovó la autorización de otro destinados a la alimentación humana y animal.