Los frutos de arándanos son muy sensibles a la pérdida de su calidad, al contar con una piel o cutícula muy delgada lo que genera que sea una fruta con mucha probabilidad de perder firmeza y peso producto de una fácil deshidratación.
Los frutos de arándanos son muy sensibles a la pérdida de su calidad, al contar con una piel o cutícula muy delgada lo que genera que sea una fruta con mucha probabilidad de perder firmeza y peso producto de una fácil deshidratación.