Los animales cuyos colores más destacan sobre los de su entorno natural tienen un mayor riesgo de ser detectados y comidos por sus depredadores, a no ser que posean un tamaño corporal tan grande que carezcan de depredador, o que resulten tóxicos.
Los animales cuyos colores más destacan sobre los de su entorno natural tienen un mayor riesgo de ser detectados y comidos por sus depredadores, a no ser que posean un tamaño corporal tan grande que carezcan de depredador, o que resulten tóxicos.