Entidad: ADS Apícola de Teruel. Pajuelo Consultores Apícolas S.L.
Varroa está en Europa desde los años 60, y en España desde 1985. Desde entonces se ha convertido en el mayor problema de la apicultura mundial y española. El control de este ácaro exige una constante atención por parte de los apicultores, y realizar, al menos, un par de tratamientos al año con un acaricida para controlar, que no eliminar, sus poblaciones en los colmenares. Sin un tratamiento adecuado las colmenas infestadas de varroa mueren, en el clima mediterráneo, en un año, en el atlántico en 2-3, Rosenkrandz 2010.
Esta situación tiene dos problemas básicos: por un lado, aumenta extraordinariamente los gastos de explotación, por el aumento de controles para monitoreo, por los costos de los tratamientos y de su aplicación, y por el aumento de patologías que produce este parasitismo. Por otro lado, el introducir acaricidas en las colmenas implica que una parte de estos, lipófilos, se incorporarán a la cera, y de allí al polen almacenado en las celdillas, generando un problema de residuos que, si bien no suele tener incidencia aguda, sí la tiene subletal y es una de las causas del aumento de la mortandad de colmenas en todo el mundo y en España, Orantes 2010.
Además, la parasitación por varroa debilita a las abejas, provoca una bajada de las defensas de su sistema inmunológico, y aumenta significativamente el nivel de patógenos oportunistas (bacterias, hongos, virus) que se encuentran habitualmente en una buena parte de las colmenas, provocando la aparición de otros problemas sanitarios (loques, ascosferiosis, virus), Genersch 2010. Numerosos autores citan a varroa como una de las principales causas de la mortandad de colmenas, Carreck 2010, Guzmán-Novoa 2010, vanEngeldof 2010.
Entidad: ADS Apícola de Teruel. Pajuelo Consultores Apícolas S.L.
Varroa está en Europa desde los años 60, y en España desde 1985. Desde entonces se ha convertido en el mayor problema de la apicultura mundial y española. El control de este ácaro exige una constante atención por parte de los apicultores, y realizar, al menos, un par de tratamientos al año con un acaricida para controlar, que no eliminar, sus poblaciones en los colmenares. Sin un tratamiento adecuado las colmenas infestadas de varroa mueren, en el clima mediterráneo, en un año, en el atlántico en 2-3, Rosenkrandz 2010.
Esta situación tiene dos problemas básicos: por un lado, aumenta extraordinariamente los gastos de explotación, por el aumento de controles para monitoreo, por los costos de los tratamientos y de su aplicación, y por el aumento de patologías que produce este parasitismo. Por otro lado, el introducir acaricidas en las colmenas implica que una parte de estos, lipófilos,
se incorporarán a la cera, y de allí al polen almacenado en las celdillas, generando un problema de residuos que, si bien no suele tener incidencia aguda, sí la tiene subletal y es una de las causas del aumento de la mortandad de colmenas en todo el mundo y en España, Orantes 2010.
Además, la parasitación por varroa debilita a las abejas, provoca una bajada de las defensas de su sistema inmunológico, y aumenta significativamente el nivel de patógenos oportunistas (bacterias, hongos, virus) que se encuentran habitualmente en una buena parte de las colmenas, provocando la aparición de otros problemas sanitarios (loques, ascosferiosis, virus), Genersch 2010. Numerosos autores citan a varroa como una de las principales causas de la mortandad de colmenas, Carreck 2010, Guzmán-Novoa 2010, vanEngeldof 2010.